En el Día del número Pi (mes 3, día 14), la Agencia Estatal de Investigación recuerda su inversión de más de 30 millones de euros para 564 proyectos de ciencias matemáticas. Sus resultados tienen aplicaciones en física, medicina, ingeniería o inteligencia artificial, entre otras muchas áreas.
Dentro de los actos de la Presidencia española del Consejo de la UE, los ministerios de Ciencia, Innovación y Universidades y el de Transformación Digital han organizado la conferencia ‘Quantum Technologies In Europe’ para abordar los retos de esta tecnología en el ámbito europeo. Dos premios Nobel y el profesor Ignacio Cirac han impartido clases magistrales sobre el mundo cuántico.
Los ordenadores cuánticos tienen el potencial de revolucionar multitud de campos, pero están muy limitados por el ruido. Ahora, investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid proponen usarlo para mejorar los resultados de algoritmos cuánticos, abriendo así nuevas posibilidades en el desarrollo de esta nueva computación.
Un equipo de investigadores europeos, liderado por un español desde la Universidad de Cambridge, ha creado un dispositivo electrónico tan preciso que puede detectar la carga de un solo electrón en menos de un microsegundo. Lo han bautizado como ‘sensor de puerta’ y se podría aplicar en los futuros ordenadores cuánticos para leer la información almacenada en la carga o el spin de un único electrón.
Chip de silicio con el que se ha diseñado el sensor de puerta. / Hitachi Cambridge Laboratory et al.
Juan Ignacio Cirac Sasturaín, director del alemán Max Planck de Óptica Cuántica y Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica, ha participado en el Encuentro sobre Fronteras de la Ciencias Tiempo de Física, en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Salamanca. Este experto ha ofrecido una conferencia sobre computación cuántica, una materia que une disciplinas en apariencia alejadas, como la Física cuántica y la Informática y que promete revolucionar en medio siglo todas las disciplinas científicas al desarrollar superordenadores con aplicaciones difíciles de imaginar en la actualidad.