Los polifenoles son sustancias químicas de origen natural cada vez más populares en nuestras despensas y productos cosméticos. Un equipo de investigadoras de la Universidad Complutense de Madrid ha desarrollado un procedimiento para extraerlos de forma más eficiente de las pieles de los cítricos, reduciendo así el impacto medioambiental que tiene el vertido de estos desechos.
Un equipo de la Universidad de Cádiz ha creado un biosensor para estudiar el contenido de polifenoles, sustancias con efectos antioxidantes y beneficiosos para la salud, presentes en el vino y la cerveza. El dispositivo, desarrollado junto a científicos de Rumanía, mide estos compuestos de forma más selectiva, económica y rápida que las estrategias actuales.
Una investigación de la Universitat Rovira i Virgili ha demostrado, por primera vez, que los polifenoles de la uva restablecen el mecanismo de control que el cerebro tiene sobre el apetito y que se encuentra alterado por la obesidad. El estudio concluyó que incluir estos fenoles en la dieta de las personas afectadas puede ser una buena estrategia para reducir el apetito y el exceso de grasa corporal, como complemento de otras terapias.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han unido tres técnicas (electroforesis capilar, nonotecnología y quimiometría) para analizar los polifenoles, unos compuestos antioxidantes, en los vinos blancos. Los resultados permite clasificar estos vinos según su variedad de uva.
Investigadores de Córdoba han determinado qué sustancias, derivadas de la degradación de estas frutas en el aparato digestivo, ejercen propiedades anticancerígenas, antiinflamatorias y antimicrobianas. Su identificación permite conocer los mecanismos por los que ejercen su efecto protector.
Investigadores del Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera de Sevilla y Córdoba han comprobado que la disminución de agua no afecta de forma negativa al fruto y potencia aspectos como el nivel de azúcares, la firmeza o el contenido de compuestos saludables. El menor aporte hídrico también favorece un cultivo más sostenible al disminuir las necesidades de agua y la cantidad de fertilizantes que se vierten al suelo y llegan a los acuíferos.
La quercetina es una sustancia antioxidante con actividad antiinflamatoria y anticancerígena, por lo que es de gran interés en las industrias farmacéutica, cosmética y alimentaria. Un equipo de científicos de la Universidad de Valladolid y otros centros europeos han desarrollado formulaciones de quercetina que mejoran su solubilidad hasta más de cien veces respecto a lo conseguido hasta ahora.
Investigadores de la Universidad de Almería han desarrollado un nuevo método de detección de residuos de plaguicidas, en cantidades ínfimas, en productos nutraceúticos elaborados a partir de las hojas del té verde. Los expertos han analizado la presencia de más de 140 plaguicidas en este tipo de suplementos alimenticios.
Investigadores sevillanos han patentado un proceso que conserva los compuestos antioxidantes propios de la vinificación e incorpora aromas de extractos naturales para mejorar las características sensoriales.
Un estudio científico asocia por primera vez el consumo elevado de polifenoles con la reducción en un 30% de la mortalidad en una población de más de 65 años. El trabajo es el primero que valora la ingesta total de los polifenoles dietéticos mediante un biomarcador nutricional y no mediante un cuestionario sobre los hábitos alimentarios de la población estudiada.