Un nuevo estudio recoge tres únicos episodios de trombosis arterial en dos mujeres y un hombre tras la vacunación con Vaxzevria. Estos efectos son extremadamente raros y mucho menos frecuentes que los ictus isquémicos producidos por la infección por covid-19.
Un estudio pendiente de revisión arroja más luz sobre los mecanismos que provocan los raros cuadros de trombosis con plaquetas bajas. El suero de Astrazeneca incluye proteínas celulares ‘arrastradas’ durante el proceso de fabricación que podrían favorecer la reacción autoinmune. Además, un componente de la vacuna, el EDTA, facilitaría su diseminación por el torrente sanguíneo. El resultado, extremadamente infrecuente, es “una reacción inmunitaria fuera de control causada por una buena vacuna”.
Aunque los casos de trombosis se consideran muy poco frecuentes, la Agencia Europea del Medicamento ha advertido a los pacientes inmunizados con el suero de Oxford/AstraZeneca que vigilen su estado de salud durante las dos semanas posteriores a la inoculación para poder identificar los raros, pero posibles síntomas.
Los autores, de la Sociedad Española de Neurología, resaltan la importancia de seguir vigilando los posibles eventos asociados a la vacuna. Opinan que, pese a la importancia capital de la vacunación masiva, la decisión de detenerla hasta saber más “fue prudente”, y “permitirá que las personas que se vacunen lo hagan con mayor y mejor información”.
Las trombosis, especialmente las venosas, son una de las complicaciones graves que pueden aparecer en los pacientes infectados con el nuevo coronavirus. Para acabar con ellas se requiere un tratamiento específico. Los hematólogos trabajan para confirmar la dosis óptima de las terapias y prevenir riesgos.
La segunda causa de mortalidad en pacientes oncológicos son los accidentes vasculares, que afectan a uno de cada cinco. Para evitarlos se aplican anticoagulantes que pueden provocar hemorragias graves. No en todos los casos merece la pena correr el riesgo, por eso el reto médico es identificar qué individuos tienen mayor probabilidad de sufrir trombos. Una nueva prueba genética desarrollada por españoles afina al máximo la predicción. Es un logro más de la medicina personalizada.
Las nuevas técnicas de imagen contribuyen de forma decisiva en la prevención y la mejora del diagnóstico y control de desórdenes neurológicos. En el caso del ictus, enfermedad que afecta a los vasos sanguíneos que suministran sangre al cerebro (se produce cuando éstos se rompen o son taponados por coágulos u otras partículas, lo que impide nutrir a las células del cerebro de oxígeno, que terminan muriendo) el diagnóstico tradicional del paciente se ha basado “en el cronómetro”, es decir, en las horas transcurridas desde el accidente cerebrovascular.
Una investigación realizada por dos grupos de la Red de Investigación Cardiovascular (RECAVA) muestra que la metaloproteasa-10 (MMP-10) es un nexo clave entre la inflamación y la trombosis, particularmente en situaciones de mayor riesgo trombótico, como después de un infarto agudo de miocardio (IAM) y en la coagulación intravascular diseminada (CID).
Entre carpetas sobre el caso de la italiana Eluana Englaro, a punto de inaugurar un foro de debate en la web sobre el legado de Darwin, pendiente de las últimas investigaciones sobre células madre, dirigiendo tesis doctorales, atendiendo a los periodistas, dando charlas en Latinoamérica... El doctor Aznar dispone de poco tiempo libre. Hablamos con él de su pasión por el estudio y de cómo contribuir desde la ciencia al bienestar de la sociedad.
Médicos de la Clínica Universitaria de Navarra (CUN) han desarrollado un sistema de alarma electrónico que avisa al médico del nivel de riesgo de trombosis que tienen los pacientes ingresados. El programa, que realiza un seguimiento diario de cada interno, surge como medida para solucionar la falta de tratamiento preventivo.