Todos los gatos domésticos descienden del gato salvaje africano (Felis silvestris lybica), el primero en ser domesticado en Oriente Próximo con el comienzo de la agricultura. Pero hubo un tiempo en que el gato leopardo asiático (Prionailurus bengalensis) también convivía con los humanos en China. Ahora, el felino vuelve a colarse en los hogares a través de su híbrido, el gato de Bengala.
Nunca ha sido tan importante proteger el medio ambiente y nunca esta labor ha resultado tan mortífera. En la última década se han producido más de mil asesinatos de defensores de la tierra, de los que solo el 1% ha sido juzgado y condenado. El reciente homicidio de la hondureña Berta Cáceres no es más que el reflejo de una alarmante situación a la que se enfrentan indígenas y activistas que protegen el planeta frente a intereses económicos y políticos.
Se enfrentan a temperaturas bajo cero, alimentan a reptiles que pueden alcanzar la media tonelada de peso y se ganan la confianza de especies huidizas. Los cuidadores de fauna salvaje dedican su día al bienestar de animales nacidos en cautividad, pero manteniendo las distancias. Sinc les acompaña en uno de los momentos en los que humano y animal más interactúan: la comida.
Cuando hace veinte años murió Chu-Lin, el primer panda gigante nacido en cautividad y por inseminación artificial fuera de China, toda una generación de niños españoles quedó huérfana. El oso marcó su infancia y se convirtió en todo un símbolo. Pero ya se puede volver a visitar a este afamado animal en el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid, donde se expone disecado junto a su madre para cautivar a nuevas generaciones.
Bautizar científicamente a una especie recién descubierta puede dar más quebraderos de cabeza que pensar cómo se llamará un bebé. Se necesita mayor consenso, pero sobre todo, más imaginación. Algunas, como la araña Heteropoda davidbowie, disfrutan de la fama de su homenajeado. Sin embargo, en la historia de la taxonomía no solo hay reconocimientos, sino también odios y códigos secretos.
“La mayoría de la gente no llega a darse cuenta de lo brillante que es. No encuentran a profesores que realmente creen en ellos y se convencen de que son estúpidos”. Este fue el monólogo del matemático y escritor canadiense John Mighton (Hamilton, 1957) en la película El Indomable Will Hunting en la que interpretó al asistente del profesor Lambeau. Siguiendo esta filosofía, Mighton fundó en 2001 la organización JUMP Math, con un programa que devuelve la confianza al alumno, reduce la ansiedad y refuerza su potencial en una de las asignaturas con las que él mismo tuvo problemas, las matemáticas.
El 12 de diciembre de 2015 pasará a los anales de la historia. Hoy se ha aprobado el primer tratado universal y jurídicamente vinculante por el clima. El Acuerdo de París ha sido adoptado esta tarde por más de 195 países e incluye por primera vez a dos de los mayores contaminantes del mundo: EE UU y China. El objetivo al que todos se han comprometido para finales de siglo es limitar el aumento de la temperatura media global en 2 ºC. Pero el documento refleja luces y sombras.
Dos semanas, más de 40.000 personas de todas partes del mundo y un tema común: el cambio climático. Así podría resumirse en una sola frase la actividad de esta cumbre del clima que está a punto de terminar en París, a la espera de que las 196 partes aprueben a lo largo de la tarde el ansiado acuerdo por el futuro del planeta. El texto final acaba de ser presentado.
Hoy era la fecha señalada en el calendario para que el nuevo acuerdo vinculante sobre el clima saliera a la luz en París. Sin embargo, Laurent Fabius, presidente de la cumbre, informaba ayer que el texto final se hará esperar hasta el sábado y presentó anoche un nuevo borrador. Para algunos de los científicos climáticos más relevantes del mundo, ciertos puntos de este texto carecen de consistencia con la ciencia. “No se puede hablar de 2 ºC por un lado y omitir la descarbonización por otro", han manifestado.
Cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para mediados o finales de siglo. Aunque la fecha queda aún por determinar en el borrador, este es uno de los objetivos del futuro acuerdo de París. Pero, ¿cómo lograrlo? La eficiencia energética y las energías renovables están en boca de todos aún sin aparecer explícitamente en el texto. El uso de tecnologías verdes se plantea como la solución, pero llegar en pocas décadas al 100% de las renovables –ahora representan casi el 20%– y olvidarnos de los combustibles fósiles se prevé un camino espinoso.