Coincidiendo con la presencia de Isabel García Tejerina, ministra de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en la COP21, esta tarde se ha presentado una nueva versión del texto que dará lugar al acuerdo de París. Aunque constituye un avance respecto al borrador presentado el sábado, aún quedan varios puntos que definir para que el viernes se pueda aprobar.
Cada semana dos activistas medioambientales de origen indígena son asesinados por luchar por sus derechos y proteger sus tierras en el mundo, según se ha resaltado en la entrega de los galardones Equator Prize 2015, celebrada en París en el marco de la cumbre del clima. Conducida por el actor Alec Baldwin, durante la ceremonia se reivindicó el papel de estas poblaciones "para que la protección de los recursos naturales no sea criminalizada".
Mientras que los políticos se esfuerzan en llegar a un acuerdo que limite el aumento de las temperaturas en 2 ºC para finales del siglo, un grupo de científicos ha publicado varios artículos de opinión en el grupo Nature en el que ponen en duda que ese sea el objetivo para evitar los peligros asociados al cambio climático. Coinciden con ellos los investigadores que acuden esta semana a la COP21 en París.
Tras una primera semana intensa de negociaciones y alianzas económicas, el acuerdo universal y vinculante parece materializarse. Hoy empiezan las reuniones de alto nivel con los ministros de medio ambiente de las 196 partes que participan en la COP21 y que trabajarán a lo largo de esta semana con el borrador presentado el sábado. Aún con el miedo al fracaso que ensombreció la cumbre de Copenhague en 2009, las delegaciones y los ecologistas se muestran optimistas: un acuerdo parece posible.
Visionario y aventurero, el científico Claude Lorius –nacido en Besançon (Francia) hace 83 años– ha dedicado su vida a estudiar la nieve de los casquetes polares y a desentrañar milenios de historia del clima. Hace 30 años, halló unas muestras de hielo en el lugar más frío del mundo, que demostraban por primera vez la implicación del ser humano en el cambio climático actual. A pesar de las evidencias, el glaciólogo aún lucha para que su mensaje científico cale en forma de decisiones políticas.
No solo las aves y los reptiles ponen huevos para sustentar y proteger a sus crías hasta que eclosionan; anfibios, moluscos, insectos, peces, arácnidos e incluso mamíferos tienen sus peculiares formas ovaladas (o no) para crear vida. En el Día Mundial del Huevo, presentamos un particular ‘revuelto’.
Suena el despertador y de inmediato Saturnino toma un sorbo de Coca-Cola. A lo largo del día este gesto se repite incesantemente hasta llegar a consumir ocho litros de este refresco. Desde que cambió el café por la cola hace 18 años por su cuerpo han corrido 52.000 litros y de su bolsillo se han esfumado cerca de 36.000 euros. Sin problemas de salud aparentes, la adicción a esta bebida es su verdadera perdición. Pero no existe un consenso científico que explique el mecanismo por el que miles de personas sienten esta misma atracción.
La leishmaniasis afecta, en sus diferentes variedades, a más de 1,5 millones de personas cada año en 98 países. Mata en su forma visceral, y desfigura a los enfermos en la cutánea. Expertos como Jorge Alvar, jefe del programa de leishmaniasis de la organización Drugs for Neglected Diseases initiative (DNDi), han logrado disminuir los casos en el sudeste asiático, pero la guerra y las oleadas de refugiados en países africanos podrían provocar un repunte de esta enfermedad, de la que aún no existe vacuna en humanos.
El dióxido de carbono del que tanto se habla por el cambio climático no es el único gas de efecto invernadero que afecta al clima. El metano (CH4) es, después del CO2, el más abundante de la Tierra; sin embargo, es casi 30 veces más potente que este a la hora de atrapar calor en la atmósfera en un periodo de 100 años. El aumento de sus concentraciones en los últimos años y el hallazgo de nuevas fuentes de metano en el océano Ártico vuelven a ponerlo en el punto de mira.
Con tan solo 26 años, Jane Goodall empezó a investigar el comportamiento de los chimpancés salvajes de Gombe (Tanzania) para entender mejor la evolución humana. Estaba previsto que su proyecto culminara en seis meses, pero África y los chimpancés la cautivaron. Ya han pasado 55 años, y Jane –ahora con 81– sigue más activa que nunca: hoy sale en España su último libro. A su labor, se han unido científicos y voluntarios españoles que trabajan con su misma pasión en Congo y Senegal.