En un futuro próximo, los que no manejen el código informático serán los nuevos analfabetos, advierten los expertos. O programas o te programan. Por eso, en Europa y en EE UU afloran iniciativas para que los niños aprendan ya en la escuela esta destreza cada vez más indispensable. En España, Google ha elegido el Museo Nacional de Ciencia y Tecnología para impartir talleres donde los niños crean juegos y aplicaciones.
“Los países con más éxito en innovación son los que tienen una buena red de colaboración entre las universidades y los centros de investigación con la industria. España debería mejorar este aspecto”, afirma Benoît Battistelli, presidente de la Oficina Europea de Patentes (OEP). Batsitelli presentó ayer en Bruselas el informe anual de su organismo, que en 2014 concedió 64.600 patentes a empresas de todo el mundo, 467 de ellas a firmas españolas.
Es un empresario muy especial. Ha creado dos compañías para buscar tratamientos novedosos contra la tuberculosis, una enfermedad a la que no se presta suficiente atención ni recursos, pese a que todavía mata a 1,5 millones de personas al año y no solo en países pobres. Pere-Joan Cardona es el coinventor de la primera vacuna terapéutica probada con eficacia en humanos, y de un probiótico que ayuda a defenderse de la enfermedad. Para sacarlos al mercado, se ha visto obligado a buscar socios financieros en China e India.
La Asociación de Científicos Españoles en Estados Unidos ha presentado hoy su nueva filial en Nueva York (ECUSA-NY). Su objetivo es crear una red de apoyo y favorecer la conexión entre el sector público y privado en uno de los mayores núcleos de investigación y negocios de EE UU. Como padrino del acto, han contado con el neurocientífico Rafael Yuste.
La científica malagueña Rocío Ponce Ortiz ha logrado una de las cinco becas del programa L’Oréal-Unesco Mujer y Ciencia, que este año premia proyectos de nuevos materiales para energías alternativas. Ponce trabaja para lograr células solares y dispositivos electrónicos orgánicos, hechos de polímeros, que serán mucho más baratos que los actuales de silicio y podrán incorporarse casi en cualquier superficie.
Joe Fernández ha sido una de las estrellas de la feria BioSpain, celebrada en Santiago de Compostela. Hijo de santanderino y gallega, este emprendedor lleva en EE UU casi toda su vida. Allí, en los 80, creó su primera empresa: Invitrogen, que creció al calor del proyecto Genoma con sus kits de clonaje. Luego fundó Active Motif, centrada en herramientas que permitan avanzar en el estudio del núcleo de las células en 3D, un ámbito que, en su opinión, va a hacer posible desarrollar fármacos cada vez más precisos. En sus ratos libres, invierte en nuevas firmas de biotecnología para ayudarlas a crecer.
La ciencia brasileña le mete goles al Mundial en el ámbito financiero. Según la revista Nature, Gobierno y empresas invierten anualmente 20.000 millones de euros en investigación y desarrollo en Brasil, frente a los 11.000 millones que recibió el torneo de fútbol. La I+D del país ha dado un gran salto desde la oscura etapa de la dictadura, hace solo una generación, y su producción científica es la tercera de mayor crecimiento en el mundo, detrás de China y Corea.
Ingeniero de telecomunicaciones, experto en el sector espacial y en gestión de la I+D, José Manuel Leceta (Guadalajara, 1963) dirige el Instituto Europeo de Innovación (EIT), con sede de Budapest, desde hace tres años. Una de sus mayores contribuciones ha sido la puesta en marcha de las comunidades del conocimiento (KIC) en los ámbitos de clima, energía y TIC, que ya han generado 100 start-ups. De hecho, según explica el directivo a Sinc, Climate KIC es ya la mayor iniciativa de la Unión Europea en innovación sobre cambio climático.
Hoy se cumplen 70 años de la Operación Overlord en las playas de Normandía. Coincidiendo con el aniversario, investigadores de la firma francesa Dassault Systèmes han querido rendir homenaje a los ingenieros que hicieron posible la victoria de las tropas aliadas en la batalla más decisiva de la Segunda Guerra Mundial. Con viejos planos y fotografías y unos pocos restos, han reconstruido digitalmente desarrollos emblemáticos, como el puerto flotante Mulberry y el planeador silencioso Waco CG-4.
Manuel Arruebo, de la Universidad de Zaragoza, se ha puesto manos a la obra para desarrollar una nueva tecnología de nanopartículas inyectables y biodegradables que se activarán con un puntero láser y suministrarán a demanda fármacos anestésicos contra el dolor ciático y de articulaciones. Cuenta con la financiación del Consejo Europeo de Investigación.