A tan solo 40 años luz de la Tierra se acaban de encontrar tres exoplanetas potencialmente habitables. Además orbitan alrededor de una estrella enana y muy fría, un descubrimiento inédito. Estos mundos se parecen al nuestro y a Venus, y pueden ser los mejores candidatos localizados hasta ahora para buscar vida fuera del sistema solar.
El telescopio espacial UFFO se ha lanzado hoy desde el nuevo cosmódromo ruso de Vostochny para investigar los potentes estallidos de rayos gamma, producto de la muerte de estrellas muy masivas o de la fusión de dos estrellas. UFFO ha sido desarrollado por un consorcio internacional en el que participan el Instituto de Astrofísica de Andalucía (IAA-CSIC) y la Universidad de Valencia.
Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y otros centros internacionales han analizado, mediante datos astrofísicos y simulaciones, el origen de los rayos gamma del fondo cósmico. El estudio de este fenómeno en un rango de energía concreto ha facilitado información inédita sobre la materia oscura.
El Observatorio del Roque de los Muchachos, en la isla de La Palma, contará con cuatro nuevos telescopios Cherenkov, de 23 metros de diámetro, los más grandes de la futura red CTA de estos telescopios en el hemisferio norte. Los máximos responsables de la Secretaría de Estado de I+D+i y el Instituto de Astrofísica de Canarias lo han firmado esta semana en Tokio con sus homólogos japoneses. Estos instrumentos detectarán los rayos gamma de alta energía del universo y fenómenos asociados con la materia oscura.
Una diminuta nave espacial de unos pocos gramos viajando al 20% de la velocidad de la luz con la ayuda de una ‘vela’ impulsada por un haz luminoso. Destino: el sistema estelar Alfa Centauri. Duración del viaje: 20 años. Este es el objetivo del proyecto Breakthrough Starshot en el que se han embarcado el científico Stephen Hawking y el millonario ruso Yuri Milner, con la ayuda del fundador de Facebook Mark Zuckerberg.
Con la ayuda del telescopio espacial Hubble, un equipo internacional de científicos liderado por la Universidad Complutense de Madrid ha publicado nuevos datos sobre cómo se evapora el gas de los discos planetarios jóvenes, un proceso clave en la formación de los sistemas con varios planetas. El equipo se ha centrado en las imágenes del joven sistema binario de estrellas AK Sco.
Hace 1,5 millones de años se produjo una supernova a unos 96 pársecs de distancia en la constelación de Libra, y unos 800.000 años antes lo hizo otra a 91 pársecs en la del Lobo. Su huella en forma de hierro detectado en las profundidades del océano Pacífico, junto con los datos del satélite Hipparcos, confirman ahora que estas explosiones estelares son las más recientes y cercanas a nosotros.