Un sistema para poder responder preguntas, utilizado en un ordenador que entiende el lenguaje natural y es capaz aprender, y un chip que imita el comportamiento de las neuronas, figuran entre las 6.478 patentes registradas por la multinacional IBM en Estados Unidos en 2012. Un récord que permite a la compañía volver a ser líder en este campo por vigésimo año consecutivo. El gran número de patentes ha sido posible gracias a la actividad de más de 8.000 inventores de IBM de 35 países diferentes, señala la firma.
La firma Colour Trick, con sede en Gijón, está triunfando con su método para perfeccionar la pronunciación del inglés. Se trata de un código que asocia los 20 fonemas vocálicos de esta lengua con colores. “No un color al azar, sino uno que contiene el sonido que representa”, señala Rosa de la Concha, una de las fundadoras de la empresa y creadora del método, premiado por el British Council. La firma ha lanzado también una aplicación de su sistema para iPhone y iPad, ahora entre las más descargadas la Apple Store en su ámbito.
Investigadores del Instituto del Transporte y Territorio de la Universitat Politècnica de València y la empresa Precon S.A. han desarrollado un nuevo tipo de pantalla acústica fabricada con hormigón poroso a base de huesos de aceituna calcinados.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Valencia, en colaboración con empresas e instituciones europeas, está desarrollando un sistema basado en biosensores fotónicos para el diagnóstico rápido de alergias a alimentos. El objetivo de este proyecto es la fabricación de un instrumento de bajo coste que realizará, en quince minutos, pruebas de alergia a cientos de alimentos de manera simultánea y a partir de una sola gota de sangre.
En FCC hay un millar de juguetes diseñados por los arquitectos de Zuloark
En los años 60, si a un niño no le regalaban el Cheminova por Navidad, podía dejarse la paga en la droguería y montar uno casero. Nunca sería tan completo como aquella caja del Quimicefa, rebosante de materiales de colores, que disfrutaron los niños de los 80 hasta que fue retirado del mercado por peligroso. Después las videoconsolas desplazaron a los juguetes científicos, pero ahora algunos tratan de recuperar la fórmula de aquellos juegos que excitaban la creatividad y la curiosidad; esas cualidades que comparten la infancia y la ciencia.
De izquierda a derecha, Jesús Menéndez y Bruno de Lucas, en las instalaciones de Mofesa. Foto: L. A. / FICYT