Las ratonas preñadas ignoran el olor de los machos para proteger a sus crías

Las futuras ratonas madre tienen un modo de proteger a sus crías no nacidas. Dado que el olor de la orina de un macho extraño puede provocar abortos y reactivar el ciclo ovulatorio, las ratonas preñadas evitan la acción de dichos estímulos olfatorios bloqueando su olfato. Las conclusiones de esta investigación han aparecido en el último número de la revista Nature Neuroscience.

Las ratonas preñadas ignoran el olor de los machos. Foto: Christy Bassman
Las ratonas preñadas ignoran el olor de los machos. Foto: Christy Bassman.

Investigadores del Laboratorio Europeo de Biología Molecular (EMBL) de Monterotondo (Italia), muestran la naturaleza de esta habilidad. Según los autores, un aumento de la dopamina en el bulbo olfatorio principal, una de las principales áreas cerebrales claves para la percepción olfatoria, crea una barrera frente al olor procedente del macho. Así, las ratonas preñadas ignoran el olor de los machos debido a estos cambios químicos en el cerebro.

Los olores sociales, como las feromonas, influyen en muchos aspectos del comportamiento humano y animal. El olor afecta a la gestación inhibiendo la liberación de la hormona de la preñez, la prolactina. Por ejemplo, la exposición de una ratona recién preñada al olor de la orina de un ratón extraño impide la implantación de sus embriones en el útero y la devuelve al ciclo ovulatorio.

Este fenómeno llamado ‘efecto de Bruce’ ofrece la oportunidad de apareamiento a machos extraños y es beneficioso para la hembra porque impide el infanticidio por parte del macho tras el nacimiento de las crías. Sin embargo, después del tercer día de gestación, el olor de la orina de un macho extraño ya no afecta a la preñez. En esta fase los embriones ya se han implantado en el útero y su desprendimiento llevaría acarreado un gran coste para la hembra.

Liliana Minichiello y su equipo de la Unidad de Biología del ratón del EMBL han descubierto el mecanismo molecular que provoca este cambio en la sensibilidad frente a los olores de los machos: “Al tercer día de gestación se produce un cambio químico en el cerebro de la madre que la hace incapaz de percibir los olores de los machos. Este parece ser un punto de no retorno para la gestación”.

Una oleada de dopamina

Tras el coito aumenta la dopamina en el bulbo olfatorio principal, especializado en el procesamiento de los olores. La oleada de dopamina es desencadenada por la estimulación física durante el apareamiento y progresivamente va impidiendo la percepción y discriminación de los olores sociales contenidos en la orina de los machos. El tratamiento de ratonas preñadas con sustancias químicas que bloquean el receptor de dopamina D2 abolía el efecto barrera, restauraba la sensibilidad hacia el olor y favorecía la interrupción de la preñez.

Estos hallazgos revelan que el centro de control del comportamiento social y reproductor es el bulbo olfatorio principal, que consigue su control mediante proyecciones hacia la amígdala y el hipotálamo, regiones del cerebro que regulan el comportamiento emocional y reproductivo mediante la liberación de hormonas. Hasta ahora, las investigaciones se habían centrado en otros circuitos cerebrales.

La dopamina existe también en los seres humanos, donde se la conoce como la ‘recompensa química’ del cerebro. Esta sustancia juega un papel fundamental en los trastornos por adicción y neurológicos, como la enfermedad de Parkinson, aunque se encuentra además en el bulbo olfatorio humano. Por el momento se desconoce si en las mujeres embarazadas sucede un proceso similar al fenómeno observado en ratones.

“Hasta donde sabemos, el embarazo humano no se ve afectado por olores de hombres extraños, pero podría ayudar a explicar por qué muchas mujeres refieren haber tenido cambios en el olfato durante el embarazo”, señala Che Serguera, responsable de la investigación en el laboratorio de Minichiello.

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Referencia bibliográfica:

C. Serguera, V. Triaca, J. Kelly-Barrett, M. Al Banchaabouchi & L. Minichiello. “A post mating rise of dopamine impairs olfaction and prevents odor interference with pregnancy”. Nature Neuroscience, JUL 2008

Fuente: European Molecular Biology Laboratory (EMBL)
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