Los ecosistemas son imprescindibles para preservar la calidad de vida de los seres humanos, y la sociedad debe saberlo. Así se ha expresado Miren Onaindia, bióloga y responsable del grupo de investigación de Ecología Forestal y Recursos Naturales de la Universidad del País Vasco (UPV/EHU). El grupo lleva 20 años estudiando los bosques de Euskadi y en la actualidad se dedica a la evaluación del estado de los ecosistemas, para lo cual se han centrado en la biodiversidad.
“Si los bosques están bien, los montes están protegidos. Por lo tanto, el suelo se mantiene bien, y eso nos protege de la erosión, en caso de haber inundaciones”. Con este ejemplo tan sencillo, Miren Onaindia ha explicado por qué es tan importante para la sociedad mantener los ecosistemas en un estado óptimo.
Onaindia y otros seis miembros del Departamento de Biología Vegetal y Ecología forman este grupo de trabajo que se dedica a estudiar los bosques. En estos momentos están centradas en evaluar los ecosistemas de la CAV. Con este propósito, estudian las plantas indicadoras de biodiversidad y la composición interna en cada bosque que examinan. “Algunas especies tienen la cualidad de indicar que un bosque está en buen estado, y otras, en cambio, indican que está degradado”, dice Onaindia.
La cartografía también les ha resultado muy útil en su investigación. El programa GIS (Sistema de Información Geográfica) les permite explorar el paisaje de una manera global, y por lo tanto, conocer cómo es la cobertura de las plantas y el tamaño de los ecosistemas o la relación que tienen entre ellas. Con los datos recopilados y mediante el uso de unas fórmulas, evalúan el estado del bosque, gracias al cálculo de las especies que allí habitan y las proporciones en las que se encuentran.
Según la experta, uno de los objetivos del grupo de investigación es obtener resultados que puedan ser útiles para la gestión de los bosques; es decir, que las investigaciones sean “aplicables”. Por ejemplo, en el caso de los pinares, han sacado conclusiones que pueden llevarse a la práctica.
En los bosques de la CAV, los pinos están en el terreno de las especies autóctonas. Sin embargo, tal y como ha observado este grupo de investigación, los pinos tienen la capacidad de recuperar bosques autóctonos que se encuentren en mal estado (los robledales, por ejemplo), siempre que la gestión sea adecuada.
“Los pinos ayudan a que los bosques se estabilicen. Pueden servir para recuperar un ecosistema si posteriormente se extraen en el momento adecuado, ya que los robledales pueden crecer a la sombra y cobijo de los pinos”, ha expresado Ibone Amezaga, profesora y miembro del grupo de investigación.
El robledal de Arratzu, ejemplar
Onaindia ha concluido que, en los 20 años que llevan investigando, los bosques de la CAV han evolucionado favorablemente, aunque todavía queda mucho por hacer. “Los bosques autóctonos se están expandiendo, pero la proporción es muy pequeña aún. Los robledales, por ejemplo, deberían ser comunes en Bizkaia y Gipuzkoa, pero están muy fragmentados. La situación no es buena todavía, pero en los últimos años han adquirido algo más de superficie”.
El grupo de investigación ha visto que, en los pocos lugares de la CAV en los que hay robledales, los índices de biodiversidad son especialmente altos. “En Arratzu se encuentra un robledal muy grande, que es un modelo a seguir: en él se encuentran muchas especies, son especies que muestran una gran madurez… Las funciones del ecosistema se cumplen muy bien en este robledal”, dice Onaindia.
Una investigación europea, en Bizkaia
Onaindia es también la responsable de la Cátedra Unesco sobre Desarrollo Sostenible y Educación Ambiental en la UPV/EHU. El grupo se encuentra inmerso en un proyecto relacionado directamente con la cátedra: Bienestar humano y ecosistemas.
Esta investigación, que se está realizando en colaboración con la Diputación Foral de Bizkaia, examina la importancia de la biodiversidad y los servicios que dan los ecosistemas desde un punto de vista tanto científico como social. El trabajo se está llevando a cabo en Gran Bilbao, Urdaibai, la comarca de Lea y Urkiola. “Por un lado, queremos ver cuáles son, para la gente, los servicios más importantes que ofrecen los ecosistemas”, explica Onaindia. Como parte del estudio, han realizado encuestas personales a 400 ciudadanos en Gran Bilbao. “Por otro lado, mediante nuestra investigación, queremos definir cuáles son los ecosistemas más destacados de estas zonas, para poder protegerlos. Esto será muy útil para que, cuando un gerente tenga que decidir dónde realizar una obra de construcción, tenga más información al respecto”.
El trabajo forma parte del proyecto europeo llamado Evaluación de los Ecosistemas del Milenio. En algunos puntos del continente han realizado ya sus propias investigaciones, y el grupo dirigido por Onaindia está trabajando con la misma metodología utilizada en estos lugares.