Si se usan con cautela, los estudios de inmunidad de la población pueden guiar la vuelta al trabajo y la estimulación de la economía, teniendo en cuenta sus limitaciones. Varios equipos científicos alertan de que hacen falta más investigaciones sobre la protección que otorgan los anticuerpos y su duración real. De lo contrario, se corre el riesgo de tomar decisiones basadas en información incompleta.
Dos investigaciones independientes en primates aumentan las expectativas de que los humanos puedan desarrollar una reacción protectora ante el coronavirus. El tiempo analizado ha sido solo de 35 días, por lo que son necesarios más estudios a largo plazo.
El positivo en un test de anticuerpos podría no garantizar protección contra el coronavirus. El primer estudio realizado en España apunta que un 44 % de las personas que han sufrido la infección de manera leve o asintomática tienen un nivel de anticuerpos muy bajo y con poca capacidad neutralizante. Por ello, los autores subrayan la necesidad de mantener las medidas de precaución para evitar nuevas exposiciones.
Desde que en 1981 se notificaran los primeros casos de sida, la comunidad científica ha trabajado sin descanso para lograr su cura. Hoy se celebra el Día Mundial de la Concienciación sobre la Vacuna contra esta enfermedad sin que se haya conseguido ningún modelo eficaz. Sin embargo, los expertos creen que todo este camino andado ha facilitado una comprensión más rápida de la COVID-19 y sus mecanismos patógenos.
Los primeros datos del estudio de seroprevalencia, ENE-COVID, revelan una baja inmunidad en la población. El informe muestra una prevalencia de anticuerpos en el 5 %, unos 2 millones de personas, muy lejos de la llamada inmunidad de grupo, que se encuentra en torno al 60 %. La tercera parte de los seropositivos pasó la infección sin síntomas.
Con el alivio de las medidas de confinamiento se abre la posibilidad de una nueva transmisión del virus. Por eso, la detección temprana de los nuevos contagios y el estudio de sus posibles contactos es esencial para controlar el avance de la pandemia.
Evitar el contagio es complicado si no puedes aislarte ni tienes acceso a un grifo de agua corriente. Así es como viven esta pandemia miles de personas en los campos de refugiados griegos, según cuenta el director de Médicos Sin Fronteras en Grecia. Estas condiciones eran ya una emergencia antes de la pandemia.
Un informe del Instituto de Salud Carlos III ha analizado los 30.660 casos de COVID-19 entre sanitarios y declara que casi un 11 % ha tenido que ser hospitalizado. Los hombres representan menos de la cuarta parte de las infecciones en este colectivo y sus casos fueron los más graves.
Para mantener la seguridad durante la desescalada es necesaria una estrategia de diagnóstico precoz, vigilancia y control de los nuevos casos. La catedrática de Epidemiología y Salud Pública de la Universidad Europea de Valencia explica la importancia de rastrear estas nuevas infecciones.
Un primer estudio serológico en personal sanitario del Hospital Clínic de Barcelona revela una prevalencia de infección por SARS-CoV-2 menor a la esperada. Solo el 11,2 % de los profesionales que se sometió a los test ha contraído el virus.