Ayer comenzó en Barcelona la 15ª Conferencia Europea del Sida, que se celebra cada dos años desde 1987 y que en esta edición cuenta con más de 3.500 participantes. Josep Mª Gatell, copresidente del encuentro, ha hablado con Sinc sobre los avances que traerá la reunión y la situación del virus en el continente. La gran preocupación sigue siendo la prevención.
Un equipo internacional de investigadores ha analizado las secuelas de la reducción de la inmunidad antimalárica en las madres y sus bebés y ha descubierto que la disminución en la transmisión va de la mano de un aumento de la gravedad de las infecciones cuando estas se producen. Estos resultados son útiles para planear estrategias de supresión de la enfermedad y de prevención de resurgencias.
Como ya pasó con la leucemia, un estudio estima los riesgos de cáncer asociados con la exposición prolongada a la radiación ionizante de bajo nivel entre los trabajadores de la industria nuclear. Los investigadores hallaron que la tasa estimada de mortalidad por cáncer aumentaba en un 48% por gray, que es la unidad de dosis absorbida de radiaciones ionizantes. Se observaron asociaciones similares en cada país.
Bonaventura Clotet durante la ponencia. / UPF
Para la producción de una vacuna o de un antiviral se necesitan de 10 a 15 años desde el diseño experimental hasta que el producto sale al mercado. Por ello, el equipo de Cristina Risco (Madrid, 1963), investigadora del Centro Nacional de Biotecnología, busca en fármacos ya existentes y usados en humanos una solución rápida para combatir el chikunguña y otras inminentes infecciones para las que no existe tratamiento preventivo ni paliativo.
Cristina Risco en su laboratorio del Centro Nacional de Biotecnología (CNB-CSIC). / SINC
La Organización Mundial de la Salud ha propuesto nuevas líneas de actuación para combatir el VIH y prevenir infecciones. La importancia de estas pautas radica en que amplía los grupos poblacionales a los que aplicar una terapia antirretroviral. A partir de ahora, personas de cualquier rango de edad podrán someterse a este tratamiento. Estas medidas evitarían 21 millones de muertes y 28 millones de nuevos infectados para 2030.
Los compuestos orgánicos persistentes son sustancias químicas que se pueden producir de forma natural en el medio ambiente, pero en su mayoría provienen de la actividad humana. Un nuevo estudio alerta de los problemas de la exposición durante el embarazo a algunos de estos compuestos: mayor riesgo de nacer con bajo peso, especialmente si las madres habían fumado durante la gestación.