Pfizer-BioNTech ya ha solicitado a la agencia estadounidense del medicamento autorización para usar su vacuna en niños de 12 a 15 años. La vacunación de niños y adolescentes contra la covid-19 les protegería a ellos de un riesgo pequeño pero cierto, y también a sus abuelos y a otras personas vulnerables de su entorno. Además, contribuiría a una escuela más segura.
Un nuevo estudio analiza el impacto de esta decisión en la situación epidemiológica de dos países europeos: Italia y Francia. Aunque la interrupción fuera de apenas unos pocos días, las consecuencias serían difíciles de paliar y se seguirían notando tanto en los fallecimientos como en la confianza ciudadana en las vacunas.
Un estudio pendiente de revisión arroja más luz sobre los mecanismos que provocan los raros cuadros de trombosis con plaquetas bajas. El suero de Astrazeneca incluye proteínas celulares ‘arrastradas’ durante el proceso de fabricación que podrían favorecer la reacción autoinmune. Además, un componente de la vacuna, el EDTA, facilitaría su diseminación por el torrente sanguíneo. El resultado, extremadamente infrecuente, es “una reacción inmunitaria fuera de control causada por una buena vacuna”.
La Agencia Europea del Medicamento recalca que el riesgo de sufrir trombosis con plaquetas bajas es muy bajo en la población que reciba esta protección. No obstante, piden “especial atención a los síntomas” durante las tres semanas siguientes a la administración.
La Agencia Europea del Medicamento ha confirmado que la relación beneficio-riesgo global sigue siendo positiva para la vacuna de Janssen/Johnson & Johnson contra la covid-19, aunque sí ha encontrado una posible asociación con casos poco frecuentes de coágulos sanguíneos con plaquetas bajas.
Las vacunas aprobadas en Europa contra la covid-19 son fruto de tecnologías que llevan décadas desarrollándose y se conocen bien. Los investigadores aseguran que ninguna interfiere con el ADN humano.
El estudio CombivacS medirá el nivel de anticuerpos que genera una persona a la que se administra la vacuna de Pfizer como segunda dosis después de haber recibido una primera de AstraZeneca. En España, dos millones de españoles han recibido una sola inyección de la pauta británica.
Investigadores del CNIO han tratado ratones obesos con digoxina, un fármaco indicado contra varias enfermedades cardiacas, y han observado cómo los animales perdían hasta un 40 % de peso incluso al tomar una dieta rica en grasa. Además, los roedores se curaron de trastornos metabólicos asociados a la obesidad.
“Los reguladores deben hallar un equilibrio entre poner nuevos fármacos a disposición de los pacientes lo antes posible y recabar información suficiente sobre su calidad, seguridad y eficacia”, explica la Agencia Europea del Medicamento (EMA). Un sistema cuidadosamente diseñado detecta cuanto antes eventos no esperados que los ensayos clínicos no podían advertir.