Científicos de la Universidad Pittsburg en EE UU han anunciado una posible vacuna contra el nuevo coronavirus. En forma de parche con microagujas y por ahora testeada únicamente en roedores, permite producir anticuerpos específicos para el SARS-CoV-2. Ahora deberán solicitar el permiso para iniciar el ensayo en humanos.
En el mundo hay más de cuarenta candidatas para prevenir el SARS-CoV-2, el virus que causa la COVID-19. Mientras superpotencias como Estados Unidos y China ya han comenzado los primeros ensayos clínicos en humanos, otros reclaman un esfuerzo colectivo al estilo del Proyecto Manhattan, pero en versión farma.
El virólogo líder de la búsqueda de una vacuna, que dio positivo por COVID-19 la semana pasada, no presenta síntomas y su salud es buena. Desde su casa, Enjuanes continúa activo y reivindica el papel de la I+D: “Se trabaja a toda máquina cuando hay una necesidad urgente y luego, cuando desaparece, ya nadie se acuerda”, pero “la experiencia demuestra que cada 8 o 10 años sale un coronavirus mortal para los humanos”.
La Organización Mundial de la Salud ha iniciado un megaestudio que involucra ya a diez países y que incluirá miles de pacientes para probar cuatro tratamientos. El diseño prima ante todo la velocidad y se espera tener resultados en un mes. El análisis de los datos será crucial para no confundir urgencia con precipitación.
Esta semana, hospitales de Madrid, Barcelona y País Vasco han empezado dos estudios para tratar a los pacientes más graves por COVID-19 e intentar frenar los contagios con medicamentos que ya existen en el mercado, pero que se utilizan para tratar otras infecciones como el VIH o la malaria.
El análisis de la primera secuencia del genoma del nuevo coronavirus aislado de un paciente español revela que muta menos que el de la gripe común, pero aún no da información sobre si están cambiando la agresividad, la virulencia o los patrones de transmisión.
Un equipo español ha demostrado in vitro que el fármaco plitidepsina bloquea la multiplicación del coronavirus humano HCoV-229E. Probarán ahora la eficacia del fármaco contra un coronavirus SARS, similar al nuevo que causa la enfermedad COVID-19.
Investigadores españoles han demostrado, en un modelo animal, la actividad antimetastásica de cuerpos de inclusión bacterianos que liberan nanopartículas. La nueva forma farmacéutica ha demostrado su eficacia en cáncer colorrectal, pero se prevé que podría utilizarse para el tratamiento de 23 tipos de cáncer.
La administración de nanopartículas de óxido de cerio en un modelo animal de ratas puede competir con los tratamientos disponibles en la actualidad para el carcinoma hepatocelular, el cáncer de hígado más frecuente. Un nuevo estudio demuestra que dichos compuestos podrían convertirse en una prometedora nueva estrategia farmacológica.