La tecnología, al servicio de las personas con discapacidad. Éste podría ser el lema de la sala multisensorial que acaba de inaugurar Pronisa en su centro abulense Espíritu Santo. Una sala cuyo nombre técnico es Sala de Snoezelen, al aplicarse en ella la tecnología y las ideas desarrolladas por dos terapeutas holandeses (Hulsegge y Verheul) en la década de los ' 70. Ambos, que trabajaban en un centro para personas con discapacidad intelectual severa, observaron cómo obtenían respuestas positivas cuando se les exponía a un ambiente construido alrededor de determinados estímulos sensoriales.
Usando datos de 2 millones de personas de 80 países, los investigadores de la Universidad de Warwick y del Dartmouth College de EE. UU. han encontrado un patrón internacional extraordinariamente constante en los niveles de depresión y felicidad que nos deja más abatidos en la madurez.
Científicos del Instituto de Neurociencias de la Universitat Autònoma de Barcelona han observado, en experimentos con ratas, que los individuos que habían compartido camada con un número más elevado de hermanos presentan un comportamiento menos ansioso en la vida adulta, son más activos ante situaciones adversas y presentan un comportamiento más proclive a explorar los ambientes nuevos. Los resultados podrían ser extrapolados al comportamiento de las personas.
Un estudio de más de 100 delincuentes ingleses, dirigido por Martin Gill, Profesor de Criminología de la Universidad de Leicester, ha confirmado que el SmartWater (agua inteligente), un producto químico que deja una huella durante meses, es más eficaz que otras medidas antirobo.