Investigadores de la la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) han desarrollado un algoritmo para acelerar las búsquedas de caminos entre dos nodos dentro de una red social. El algoritmo se basa en el comportamiento que siguen las hormigas mientras buscan comida.
Nueve países europeos, entre ellos España, han iniciado un proyecto del VII Programa Marco, llamado Syddarta, para desarrollar un prototipo de instrumento que monitorice el deterioro de las obras de arte y objetos del patrimonio artístico de la época Barroca.
Investigadores de la Universidad Pública de Navarra, el centro tecnológico L’Urederra y la empresa Obras y Servicios TEX han desarrollado recubrimientos para hormingón con nanopartículas que interaccionan con la luz solar. De esta forma se pueden eliminar elementos contaminantes del aire, especialmente óxidos de nitrógeno e hidrocarburos.
Un proyecto académico y empresarial europeo, liderado desde la Universidad Politécnica de Madrid (UPM), desarrolla un sistema de monitorización en la propia casa de los enfermos de párkinson. La técnica consiste en colocar sensores 'vestibles' en los pacientes, recoger los datos en un ordenador y enviarlos al hospital para su análisis.
Investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) desarrollan un sistema que, integrado en unas gafas de realidad virtual, ayudan a las personas con discapacidad visual moderada a moverse por su entorno. La aplicación detecta la distancia y forma de los objetos e interactúa con el usuario mediante un código de colores.
Investigadores de la Universidad de Málaga han creado un sistema para seguir el comportamiento de los habitantes de un domicilio mediante sensores inalámbricos, de tal forma que se facilita su movilidad y se pueden generar alertas. A la red de sensores también han incorporado una silla de ruedas con navegador y un asistente robótico para buscar objetos.
El centro de investigación Tecnalia Research & Innovation va a incorporar en la industria europea a Hiro, el secreto mejor guardado de la robótica japonesa. Se trata del primer robot humanoide que trabaja codo a codo con las personas, en lugar de en recintos separados, con el objetivo de mejorar la seguridad, capacidad y competitividad de las fábricas.
Las proteínas verdes fluorescentes ayudan a medir el calor intracelular. Imagen: Richard Wheeler (Wikipedia)