La metodología estadounidense que suelen utilizar los pediatras de Atención Primaria para cuantificar el crecimiento y estado nutricional de niños y niñas presenta algunos desajustes, ofreciendo percentiles incorrectos en algunas medidas. Ahora investigadores valencianos han desarrollado y validado un nuevo método que reduce en más de un 35% el error de las estimaciones.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y otros centros madrileños han desarrollado una técnica para representar de forma simbólica las células neuronales, una herramienta que facilita el análisis de su morfología. Los gráficos se pueden generar mediante un software gratutito.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y la red Cenit han creado T-ROOM, un sistema de realidad virtual e inteligencia artificial que facilita la detección precoz y personalizada del autismo. Esta herramienta reduce los tiempos de diagnóstico a una hora, cuando lo habitual supera las 15.
Vehículos autónomos, robots terapeutas, predicción de comportamientos, comunicaciones superrápidas, nuevos protectores y enfermedades raras. Estos son los temas que aborda la serie Science is coming de la Universidad Carlos III de Madrid para acercar la ciencia a las nuevas generaciones mediante vídeos en Youtube.
Investigadores de las universidades Politécnica de Valencia y Zaragoza han creado una aplicación de realidad aumentada para el móvil que evalua la memoria espacial, como la que usamos para recordar donde hemos dajado las gafas o las llaves. Se podría usar para analizar y entrenar habilidades vinculadas a esta memoria en enfermos con alzhéimer.
Con 90 años, Ali Atar, uno de los principales jefes militares del rey Boabdil de Granada, luchó hasta la muerte en la Batalla de Lucena en 1483. Allí le arrebataron su magnífica espada nazarí, que ahora investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y una empresa toledana han modelado para documentarla de forma gráfica y presentarla a través de la web.
Investigadores de la Universidad Politécnica de Madrid y otros centros europeos han desarrollado una neurointerfaz cerebro-cerebro para mejorar las habilidades de un grupo de personas, en concreto, durante un ejercicio de clasificación de imágenes más o menos ambiguas. Cuando dos participantes estaban conectados los resultados eran mejores. El sistema se podría usar en el futuro para controlar objetos y comunicarse telepáticamente.
Dentro de los estudios sobre la interacción hombre-máquina, investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han analizado un caso concreto: el papel que desempeña la intuición humana para dirigir una orquesta. Los resultados revelan las ventajas de usar un sistema personalizado que aproveche esa intuición, que todavía no ha conseguido la inteligencia artificial, a la hora de interpretar la música.
Investigadores de la Universidad de Valladolid han creado una interfaz cerebro-ordenador que permite controlar Twitter y Telegram en un móvil a partir de la señal del electroencefalogramal. El sistema está destinado a personas que presentan problemas motores graves y dificultades para hablar.
Investigadores de las universidades de Valladolid y Almería han desarrollado un sistema, basado en redes neuronales artificiales, que permite discriminar las especies presentes en los cultivos de microalgas. Estas se emplean en ámbitos como la purificación de agua, la extracción de antioxidantes y la alimentación animal.