Es tentador utilizar generalizaciones a gran escala para referirse a una realidad como el calentamiento de los océanos, pero la naturaleza no entiende de promedios. Investigadores de la Universidad de Oviedo han analizado los datos obtenidos por boyas y satélites en todo el mundo durante 30 años, y por primera vez han tenido en cuenta variables especialmente relacionadas con el impacto del cambio climático en los organismos marinos.
De izquierda a derecha, Fernando González Taboada y Ricardo Anadón en el laboratorio. Foto: UCC+i FICYT
Un grupo formado por 17 científicos de 11 países diferentes, con participación española, ha publicado el estudio más completo que se ha hecho hasta la fecha sobre los hielos, en el que se recogen los temas más actuales desde el cambio climático y el origen de la vida hasta su presencia en la atmósfera o en los cometas.
Campaña oceánica ATOS-I a bordo del BIO Hespérides. Imagen: Rafel Simó / CSIC.
Un estudio liderado por investigadores españoles demuestra por primera vez, con datos de campo, cómo afecta el ciclo biogeoquímico de los contaminantes a su distribución global. Según los resultados, el transporte atmosférico de estos compuestos tóxicos hacia el Polo Norte está controlado por el océano.
El Ártico a vista de pájaro. Imagen por Jonathan Pio
El calentamiento del planeta podría producir modificaciones tan importantes en las comunidades biológicas de las zonas polares como un cambio de especies dominantes y de las relaciones entre ellas. Así se destaca en un artículo publicado en la Nature Climate Change, realizado en el marco de un proyecto de investigación internacional codirigido por Antonio Camacho, del Instituto Cavanilles de la Universidad de Valencia, en el Parc Científic, y Antonio Quesada, de la Universidad Autónoma de Madrid.
La expansión de los bosques de sabina albar (Juniperus thurifera) depende del uso histórico del territorio. Un estudio del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC-CSIC) revela que la colonización de las zonas abandonadas está muy ligada a los usos del suelo previos, lo que afecta a la vulnerabilidad al cambio climático de este proceso.
El grupo de investigación de Autoecología Humana del Cuaternario de la Universidad Rovira i Virgili de Tarragona y el Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social (IPHES) ha creado un sistema informático, nombrado ARCH-e system que simplifica y mejora la eficiencia de los trabajos de campo de las excavaciones arqueopaleontológicas. El sistema ya se ha probado en yacimientos como Atapuerca y se introduce en otras excavaciones del propio instituto.
Imágenes de tres de los dientes. A la izquierda (el de mayor tamaño), perteneciente a un gran carnívoro megalosaurio o alosauroideo; el de en medio, perteneciente a un alosaurido de tamaño medio; y a la derecha, perteneciente a un terópodo dromeosaurio. Imagen: Fundación Dinópolis.