Expertos de la Agencia Europea de Medio Ambiente (EEA, pos sus siglas en inglés) han creado una serie de mapas en los que pronostican los cambios de las temperaturas y las precipitaciones que sufrirá el continente europeo durante el siglo XXI. Según los mapas, todas las áreas europeas se calentarán entre 0,4 y 2,5 ºC a mediados de siglo.
En el mundo cada año hay 20.000 personas afectadas por los efectos de los rayos. Imagen: Jody Roberts.
Argentina es uno de los países del mundo con más tormentas eléctricas. Se producen en zonas continentales y en su mayor parte en verano, con regiones de mayor actividad como la Puna, donde hay 130 días de descarga, frente a otras, como Buenos Aires, con 65. Ya existe el primer mapa de rayos del país, una herramienta fundamental en la planificación de infraestructuras y el primer paso para evitar muertes por descargas.
Un equipo de paleontólogos del Museo Nacional de Ciencias Naturales (CSIC) encuentra una nueva especie de felino en los yacimientos del Cerro de los Batallones, en Madrid, y aporta nuevos datos sobre la evolución de los pequeños felinos europeos del Mioceno superior.
Depósitos de ceniza parcialmente convertidos en suelos en Neuquén (Argentina). Imagen: CSIC.
El satélite NASA ICESat demuestra que cada año desde 2003 el grosor de las capas de hielo de la Antártida ha disminuido siete metros. Imagen: NASA
Un equipo internacional de científicos revela esta semana en Nature que los mantos del Polo Sur perdieron siete metros de grosor cada año entre 2003 y 2008. Los datos, recogidos por el satélite de la NASA ICESat, sugieren que la principal causa es el aumento de temperatura de las corrientes marinas.
En la imagen, el director del Parque Nacional de Tablas de Daimiel, Carlos Ruiz, y la directora general de Calidad y Evaluación Ambiental y Medio Natural, Guillermina Yanguas durante su visita hoy al parque nacional de las Tablas de Daimiel.
Dos expediciones al Cono Sur de América, lideradas por investigadores del CSIC, han analizado el impacto geoquímico de unos 100 depósitos de ceniza asociados a la erupción de varios volcanes andinos durante los últimos dos millones de años. Gracias al proyecto, los científicos han desarrollado una metodología para determinar las repercusiones de las erupciones volcánicas sobre el medio ambiente.