En los últimos 20 años, los glaciares han perdido de media un total de 267 gigatoneladas de hielo cada año, según las observaciones realizadas en más de 200.000 de ellos. Los resultados, que se incluirán en el próximo informe del IPCC, muestran que este deshielo es la causa del 21 % del aumento observado en el nivel del mar desde el año 2000.
Cerca de un 20 % de las masas de agua que se encuentran bajo la superficie terrestre podrían desaparecer si las reservas continúan disminuyendo. Esta es la conclusión de un estudio, liderado por la Universidad de California (EE UU), que ha evaluado datos de casi 39 millones de pozos a escala global, incluidos algunos en España.
22 de abril, Día Internacional de la Madre Tierra. / Wearbeard
La aproximación de las placas tectónicas provoca terremotos como los de este año en Granada, pero en el otro extremo de la Península son las fracturas y fluidos de la corteza terrestre los que generan movimientos sísmicos, como los registrados en Lugo y Zamora. Un equipo de geólogos lo ha comprobado simulando las condiciones bajo tierra con una ‘caja’ de silicona, fina arena y café molido.
Uno de los ingredientes fundamentales para el origen de la vida fue el fósforo procedente de los meteoritos que impactaron sobre la Tierra primitiva. Según un nuevo estudio, los relámpagos pudieron ser una fuente alternativa a la formación de fósforo a través de un mecanismo que pudo repetirse en otros planetas similares al nuestro.
En el décimo aniversario de las explosiones en la planta atómica japonesa, cerca de 5.000 empleados continúan las labores de desmantelamiento y descontaminación. Preocupa la acumulación del agua contaminada, por lo que se está valorando una decisión polémica: verterla al mar de forma controlada. Mucho más complicado va a ser la extracción del combustible de los reactores y la futura eliminación de residuos.
Después de casi una década observando sus grietas, un iceberg gigante con una extensión de 1270 km2 se ha separado el 26 de febrero de la plataforma de hielo Brunt, según han confirmado la British Antarctic Survey y el satélite europeo Sentinel-1. La ruptura se ha producido a menos de 20 km de la estación británica Halley VI, aunque su personal fue evacuado por precaución unos días antes.