El nuevo trabajo corrobora los resultados de un controvertido estudio de 2021, en el que se indicaba que los humanos ya habitaban el sur de Norteamérica durante el Último Máximo Glacial, milenios antes de lo que se creía.
Investigadores españoles analizaron rastros fósiles en Los Corrales del Pelejón, Galve (Teruel), y profundizaron en cómo era el ambiente y el modo en que afectaba al desplazamiento de los dinosaurios. Entre las nuevas aportaciones que arrojan aquellas huellas, se destaca la observación de que los animales caminaban en los márgenes de una pequeña laguna cercana a un cauce fluvial.
Estos enigmáticos patrones circulares rodeados de vegetación no son exclusivos de Namibia y Australia como se pensaba. Con imágenes por satélite e inteligencia artificial, investigadores españoles los han localizado en 263 zonas desérticas de más de 15 países en tres continentes.
Las consecuencias de un sismo de gran magnitud no terminan cuando se atiende la emergencia humana y material. Visitamos Valdivia y Chiloé, en el sur del país, que estuvieron entre las zonas más afectadas por el mayor terremoto de la historia, cuyos efectos en las comunidades y los ecosistemas siguen vigentes.
La Universidad de Córdoba participa en un estudio internacional que documenta modificaciones de huesos después de la muerte no vinculadas al consumo para alimentación. Los investigadores sugieren que los restos provenientes de la cueva de los Mármoles, en Córdoba, podrían haber sido tallados para convertirlos en herramientas, aunque también podría haber otros fines simbólicos detrás de estas transformaciones.
El peligro extremo por falta de agua lo sufren también espacios forestales del sur de Australia, el noroeste del Amazonas y de los Estados Unidos, según un estudio internacional liderado por investigadores españoles. El trabajo describe un nuevo modelo predictivo para caracterizar los ecosistemas más vulnerables.
La activación de una falla inversa ha ocasionado el catastrófico seísmo de magnitud 6,8 que ha desatado muerte y destrucción en la región de Marrakech-Safí, especialmente en el Alto Atlas. No podemos predecir ni parar estos fenómenos naturales, pero el desastre sí es una responsabilidad humana, ya que son nuestras construcciones las que causan los fallecidos al derrumbarse.
Solo en la ciudad de Derna se han contabilizado 6.238 fallecidos y más de 9.100 desaparecidos por el que ha llegado a ser un medicán o ‘huracán mediterráneo’, según algunos expertos. Satélites Sentinel del programa europeo Copernicus han captado el antes y el después de este desastre natural.
El sismo, de magnitud 6,8, sacudió el viernes varias provincias sureñas del país magrebí y ya se han contabilizado más de 2.100 muertos y 2.400 heridos. Tuvo su epicentro en la localidad de Ighil, 63 km al suroeste de Marrakech. España es uno de los países aceptados para prestar apoyo sobre el terreno.
El Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana de Burgos lidera un estudio sobre la degradación y posible desaparición de uno de los glaciares más extensos de los Pirineos. La investigación se basa en diez años de trabajos de monitorización mediante técnicas geomáticas.