A través de cámaras fijas que toman una imagen cada 30 o 60 minutos, científicos de varios países –entre los que se encuentran investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales– han conseguido datos fiables para estudiar la reproducción de pingüinos en la Antártida durante un año. Con este sistema han podido comprobar cuándo llega el primer pingüino a la colonia y cuándo se marcha el último sin la presencia de investigadores in situ.
El estudio de la Universidad de Córdoba, en colaboración con la Universidad de Islas Baleares, ha usado nanotubos de dióxido de titanio recubiertos con carbón para analizar muestras afectadas por parabenos procedentes de cremas y champús en aguas marinas. Los parabenos o el triclosán se utilizan para evitar que hongos y bacterias deterioren champús o pastas de dientes, pero son muy dañinos para los ecosistemas acuáticos.
Investigadores españoles han hallado en el pantano de El Atance, en Guadalajara, los restos de un tipo de reptil extinto con caparazón que habitó hace unos 235 millones de años. Los científicos describen el primer cráneo de placodonto encontrado en la península ibérica que pertenece a una nueva especie a la que han denominado Parahenodus atancensis.
La muerte de una madre o de la matriarca es un acontecimiento dramático, pero la desventura de las crías de elefante no termina con esa pérdida. Cuando la tragedia es consecuencia de la caza furtiva, los jóvenes paquidermos, protagonistas de #Cienciaalobestia, suelen alejarse de su lugar de residencia para evitar las amenazas de los cazadores y asegurarse el suministro de alimentos.
En el yacimiento de Las Hoyas (Cuenca), además de restos de plantas y animales fósiles, se están estudiando otros significativos registros del pasado remoto: los coprolitos. Estas heces fosilizadas, de gran abundancia y diversidad, revelan que los productores de ciertos de ellos eran depredadores de vertebrados, principalmente de peces, por lo que podían haber sido otros peces, cocodrilos, salamandras o incluso tortugas.
Para explicar el tamaño relativamente grande del cerebro humano se ha planteado que podría ser una respuesta a las relaciones sociales. Pero ahora un nuevo estudio apunta que los factores ecológicos, como la búsqueda y procesamiento de alimentos, tuvieron un papel más importante en la evolución y crecimiento de nuestro cerebro.
Un equipo internacional de científicos demuestra por primera vez que la urbanización está cambiando el metabolismo de las comunidades de animales. El incremento de las temperaturas asociado a los entornos urbanos genera mayores costes para su fauna, que en la mayoría de los casos se vuelve cada vez más pequeña para sobrevivir. Para mariposas, polillas y saltamontes, el efecto es el contrario: su tamaño es cada vez mayor.
De Costa Rica a Australia, en bosques, en las profundidades del mar o hasta en un acuario. Cualquier espacio es propicio para que una nueva vida se desarrolle. Como cada año el comité liderado por Quentin D. Wheeler, del International Institute of Species Exploration, y que coordina el investigador Antonio G. Valdecasas del Museo Nacional de Ciencias Naturales, ha presentado la lista de nuevas especies descubiertas en 2017, que también llama la atención sobre las que desaparecen anualmente: unas 20.000.
Los vegetales no son pasivos ante su ambiente social: sus flores serán más numerosas y atractivas si crecen rodeados de ejemplares emparentados genéticamente que entre extrañas. Según un estudio liderado por investigadores del CSIC, al distinguir el tipo de organismo con el que interactúan logran atraer a más polinizadores, uno de los agentes más importantes para su reproducción.
Hace 40 años un equipo de científicos descubrió en EE UU 15 esqueletos perinatales de 77 millones de antigüedad de la especie de dinosaurio de pico de pato Maiasaura peeblesorum, pero nunca se estudiaron en detalle. Ahora, un equipo liderado por el Institut Català de Paleontologia Miquel Crusafont ha analizado los restos y revela que los principales cambios durante el desarrollo de las crías se centran en la elongación del hocico y de la mandíbula para acomodar el número creciente de dientes, entre otras adaptaciones.