En vísperas de la Cumbre del Clima que se celebra en Cancún (México) del 29 de noviembre al 11 de diciembre de 2010, España, representada entre otros políticos por la Secretaria de Estado de Cambio Climático Teresa Ribera, se prepara para afrontar largas y duras negociaciones y llegar a un acuerdo jurídicamente vinculante que sustituya al Protocolo de Kioto y que complete las cuestiones tratadas en Copenhague (Dinamarca) en diciembre de 2009. Ante la frustración generada el año pasado, parece que tampoco se alcanzará el consenso. Pero Ribera es optimista.
Representantes de más de 192 países se reunirán a partir del próximo lunes 29 de noviembre en la Cumbre del Clima en Cancún (México). Durante dos semanas políticos, científicos, organizaciones sociales y empresas buscarán el consenso en cuestiones de financiación, transparencia, mitigación y adaptación al cambio climático. Esta vez, los países, sobre todo la Unión Europea (UE), buscan el respaldo de Naciones Unidas.
A pesar de estar de moda como bien de consumo, sobre todo en otoño, algunas especies de hongos son vulnerables y están amenazados. Siguiendo las líneas europeas, un grupo de investigadores españoles presentó en 2007, de forma voluntaria, una Lista Roja preliminar Hispano-Lusa de hongos. Desde entonces la lista ha quedado en el olvido junto a los hongos, que siguen sin protección oficial para su conservación.
Craterellus melanoxeros, especie de hongo incluida en la lista roja europea. En la Península Ibérica está ampliamente distribuida, pero no es común.
Los elefantes modernos mantienen el gran tamaño de sus ancestros.
Un equipo internacional de investigadores demuestra en Science que la extinción de los dinosaurios hace 65 millones de años permitió que los mamíferos se hicieran más grandes (unas 1.000 veces más de lo que eran). Es el primer estudio en demostrar el nuevo patrón de aumento del tamaño corporal de los mamíferos tras la desaparición de los dinosaurios.
El sexismo condiciona las actitudes en la intervención policial.
Uno de los secretos evolutivos del éxito de los tiburones se oculta en uno de sus rasgos más pequeños: las escamas flexibles que recubren su cuerpo. Según un estudio estadounidense, estas escamas les convierten en mejores cazadores, porque les permiten cambiar de dirección mientras se mueven a gran velocidad.
La clave reside en que estas escamas controlan la separación del flujo de agua en torno a los cuerpos de los escualos. En la imagen, un tiburón toro (Carcharhinus leucas).