El mar Mediterráneo llegó casi a secarse hace unos seis millones de años, al quedar aislado de los océanos durante un largo periodo de tiempo, debido el actual levantamiento tectónico del Estrecho de Gibraltar. Cuando las aguas del Atlántico encontraron de nuevo un camino a través del Estrecho, llenaron el Mediterráneo con la mayor y más brusca inundación que ha conocido nunca la Tierra. La cuenca mediterránea, entonces un enorme desierto a 1.500 metros de profundidad, tardó en llenarse de unos meses a dos años, según explican investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Hasta ahora se pensaba que estemar en medio de las tierras había tardado en llenarse de 10 a 10.000 años.
El objetivo del estudio ha sido estudiar el plancton microbiano del estuario de Urdaibai. La autora de la tesis es Aitziber Sarobe Egiguren, y el trabajo se titula Urdaibai estuarioko plankton mikrobianoaren dinamika trofikoa (La dinámica trófica del plancton microbiano del estuario de Urdaibai).
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid invierten toda su ilusión y gran parte de su tiempo en el estudio y posterior clasificación de una familia de gusanos marinos: la familia Syllidae. La más extensa y compleja de los Anélidos Poliquetos.
Reproducción de cómo se produjo la mayor inundación conocida en la Tierra que llenó el mar Mediterráneo hace 5,3 millones de años.
Myrianida, familia Syllidae. Foto tomada por el investigador Dr. Greg Rouse de la Scrips Institution of Oceanography, San Diego, USA.
Dos investigadores españoles que trabajan en la Universidad de Northwestern en Chicago (EE UU) han desarrollado un marco matemático y computacional para identificar las conexiones que faltan o son erróneas en cualquier tipo de red. El método permite caracterizar mejor las redes sociales de internet, las redes comerciales o las redes biológicas, como la de interacciones entre las proteínas de una célula.
El 7 de diciembre comienza la Cumbre del Clima en Copenhague (Dinamarca), que reunirá a más de 15.000 personas, entre ellas 98 líderes políticos. EE UU y China estarán en el punto de mira. De estos grandes emisores de CO2 dependerá el triunfo o fracaso de un acuerdo que sustituya al Protocolo de Kyoto. La UE afronta con optimismo esta decisiva cita y exige, con la última resolución del Parlamento Europeo aprobada el 25 de noviembre, un acuerdo que una y obligue a todos los países a reducir las emisiones de CO2.