Por su posición en la cadena trófica y sus hábitos alimenticios, los buitres leonados de la península ibérica se encuentran expuestos a la acumulación de metales pesados en sus tejidos. Un estudio, que cuenta con la participación de la Universidad Autónoma de Barcelona, revela que, debido a la dieta, las poblaciones salvajes de buitres leonados en Cataluña presentan una alta presencia de plomo, que afecta a su sistema inmunológico y a su función reproductora.
Investigadores de la Universidad de Segovia y de la Universidad de León han demostrado por primera vez la estrecha relación espacio-temporal entre la presencia del buitre leonado y la de ganado ovino trashumante en los puertos de montaña. En los últimos cuatro años la trashumancia se ha reducido en algunos lugares de España hasta un 80%. Los científicos afirman que las prácticas ganaderas tradicionales son cruciales para el mantenimiento de los ecosistemas de montaña.