Investigadores de la multinacional alemana Siemens han desarrollado un sistema que utiliza el excedente de energía de las renovables para convertir el dióxido de carbono en compuestos aptos para la industria, como el etileno y el monóxido de carbono. Los desarrolladores aún no han logrado recrear todo el proceso de fotosíntesis, ya que involucra muchas estructuras de proteínas complejas e interconectadas difíciles de imitar en un laboratorio. Pero esperan conseguirlo en dos años.
El peor de los escenarios se produce cuando los fenómenos llamados Oscilación del Atlántico Norte y patron del Atlántico Este se hallan en fases contrarias, como sucedió en los primeros años de la pasada década. Durante este periodo, la absorción de CO2 fue inferior a la media. Últimamente estos dos fenómenos climáticos han estado en la misma fase y los ecosistemas han retirado más carbono de la atmósfera. Pero parece que próximamente puede repetirse un episodio negativo.
Un estudio liderado por la Universidad de Oviedo revela que el enfriamiento de la Tierra durante los últimos 15 millones de años fue causado por un descenso en los niveles de dióxido de carbono. El trabajo hace hincapié además en la capacidad de algunos organismos vivos, como los cocolitofóridos, para adaptarse a los incrementos de CO2.
Un estudio europeo demuestra que la acidificación del océano afecta a las bacterias marinas, ya que altera su metabolismo y estas se ven obligadas a invertir más energía para poder activar mecanismos bioquímicos capaces de contrarrestar el estrés que supone la acidificación. Así se publica en la revista Nature Climate Change.
Entrega de las 90.000 firmas en el espacio de Generacionnes climáticas
Cero emisiones netas de gases de efecto invernadero para mediados o finales de siglo. Aunque la fecha queda aún por determinar en el borrador, este es uno de los objetivos del futuro acuerdo de París. Pero, ¿cómo lograrlo? La eficiencia energética y las energías renovables están en boca de todos aún sin aparecer explícitamente en el texto. El uso de tecnologías verdes se plantea como la solución, pero llegar en pocas décadas al 100% de las renovables –ahora representan casi el 20%– y olvidarnos de los combustibles fósiles se prevé un camino espinoso.
Mientras que los políticos se esfuerzan en llegar a un acuerdo que limite el aumento de las temperaturas en 2 ºC para finales del siglo, un grupo de científicos ha publicado varios artículos de opinión en el grupo Nature en el que ponen en duda que ese sea el objetivo para evitar los peligros asociados al cambio climático. Coinciden con ellos los investigadores que acuden esta semana a la COP21 en París.
Numerosos científicos participan durante estas dos semanas en la cumbre del clima COP21 de París. José Manuel Moreno, catedrático de ecología en la Universidad de Castilla-La Mancha, explica por qué un aumento de 1,5 ºC ya es prácticamente inevitable. El investigador ha sido además vicepresidente del II grupo del Panel Intergubernamental del Cambio Climático hasta octubre de este año.
Llega el momento. El planeta espera la respuesta unánime de 195 países y la Unión Europea, que se reúnen del 30 de noviembre al 11 de diciembre en la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático en París. El objetivo es llegar al primer acuerdo universal y vinculante para limitar el aumento de temperaturas por debajo de los 2 ºC a partir de 2020. A la amenaza terrorista que cubre el cielo de la capital francesa se unen otros obstáculos que podrían ensombrecer las negociaciones.
Al contrario de lo que se pensaba hasta ahora, el aumento en los niveles de CO2 está haciendo proliferar algunos tipos de microalgas que lo utilizan para crecer más rápidamente. Es el caso de los cocolitóforos, microalgas cubiertas de calcio, que en los últimos 45 años han multiplicado por diez su concentración en el Atlántico Norte. El cambio incontrolado en el jardín oceánico puede repercutir sobre el ciclo del carbono y, en último término, en la industria pesquera.