La EMA ha recomendado hoy la autorización de la quinta vacuna frente a la covid-19 para mayores de 18 años: la estadounidense Novavax. ¿Qué debemos conocer sobre ella? Nos responde Sonia Zúñiga, investigadora de una de las vacunas españolas del coronavirus.
La EMA ha recomendado hoy la autorización de la quinta vacuna frente a la covid-19 para mayores de 18 años. Ha sido desarrollada por la compañía estadounidense Novavax y es la primera basada en una plataforma de proteínas recombinantes. El respaldo del regulador se produce al tiempo que la variante ómicron continúa extendiéndose.
La introducción del certificado COVID ha favorecido que más personas se vacunen, especialmente los jóvenes, en países donde la cobertura de vacunación era baja, como Francia e Italia. Sin embargo, no se ha observado un efecto significativo en Alemania, donde la tasa era alta, ni en Dinamarca, con un suministro limitado de vacunas. Así lo refleja un estudio estadístico de la Universidad de Oxford.
El informe epidemiológico semanal de la Organización Mundial de la Salud señala que la nueva variante ómicron parece causar menos casos graves que la delta. Sin embargo, preocupa el fuerte aumento de casos en países del sur de África, así como su aparentemente alto nivel de reinfección.
Se ha identificado en Sudáfrica una nueva variante del coronavirus causante de la covid-19, con numerosas mutaciones presentes en otras variantes, incluida la delta. La variante B.1.1.529, como se la llama por ahora, parece propagarse con rapidez en el país. Estas son las reacciones rápidas de cuatro investigadores españoles expertos en vigilancia genómica.
Una persona con coronavirus y sin mascarilla puede infectar a otra situada a dos metros, incluso al aire libre. Lo lejos que llegan las gotitas emitidas al toser depende de su tamaño, pero también de las condiciones del entorno, según las simulaciones realizadas por ingenieros de la Universidad de Cambridge, quienes recomiendan considerar esta gran variabilidad a la hora de establecer medidas de seguridad.
Algunos roedores ancestrales pudieron haberse infectado con coronavirus similares al síndrome respiratorio agudo, lo que les llevó a adquirir tolerancia o resistencia a los patógenos, según una investigación liderada por la Universidad de Princeton en EE UU. Este hecho plantea la posibilidad de que los ejemplares modernos puedan ser reservorios de virus de este tipo.
Ingenieros del Instituto Tecnológico de Massachusetts (EE UU) han desarrollado un dispositivo capaz de identificar proteínas del SARS-CoV-2 mediante polímeros asociados a nanotubos de carbono. Se trata de una técnica rápida que no requiere usar anticuerpos u otros reactivos.
Investigadores del instituto ICFO en Barcelona han utilizado tecnologías biofotónicas para comprobar si al ponerse mascarillas se alteran los niveles corporales de oxígeno. Los resultados muestran pequeños cambios en la hemodinámica cerebral, pero comparables a los de actividades cotidianas como escuchar un sonido, ver a alguien moviéndose o agacharnos para atarnos los zapatos.
Para eliminar el 99 % del virus SARS-CoV-2 con luz ultravioleta se necesita una dosis de energía de 21,6 julios por metro cuadrado, según un estudio liderado por la Universidad Complutense de Madrid. La técnica se ha probado en ascensores y sistemas de transporte.