Aunque está ampliamente reconocido científicamente que las enfermedades infecciosas aparecen y reaparecen debido a la crisis climática, un estudio con participación de la Universidad Autónoma de Barcelona pone de manifiesto que el 48,9% de la población encuestada ignora esta relación.
Los brotes infecciosos en poblaciones de vida silvestre se han vuelto cada vez más frecuentes. El cambio climático tiene culpa de ello, según un nuevo estudio publicado en Science que propone la hipótesis de “desajuste térmico” en las especies de climas más fríos, más susceptibles a los parásitos con el aumento de temperaturas.
La covid-19 no solo ha sumido el mundo en una emergencia sanitaria, también en una crisis económica que los estados están tratando de contrarrestar. Solo una pequeña fracción de los paquetes de recuperación frente a la pandemia serviría para cubrir la inversión anual en energías verdes y afrontar la otra gran crisis que amenaza el planeta, la climática, según un nuevo estudio.
Este estudio muestra que la tendencia en el territorio europeo y los Pirineos es el aumento de las temperaturas y el descenso de los niveles de nieve. Además, incluye un visor cartográfico de acceso gratuito.
Los efectos del calentamiento del mar Mediterráneo en las comunidades planctónicas se verán agravados por la acidificación oceánica, según un estudio liderado por el del Instituto de Ciencia y Tecnología Ambiental de la Universidad Autónoma de Barcelona.
Las condiciones climáticas están cambiando a un ritmo sin precedentes, lo que afecta sobre todo a peces, anfibios y reptiles, animales ectotermos que no son capaces de generar su propio calor interno. Con las olas de calor y el incremento de temperaturas, estos organismos experimentan no solo un aumento de la velocidad de crecimiento y estrés térmico, sino también un mayor envejecimiento.
Los datos sobre el calentamiento global son desalentadores. Consciente de ello, en su libro Y ahora yo qué hago este doctor en Biodiversidad propone claves para no caer en la 'ecoansiedad' e impulsar la acción de quienes sienten que deben actuar por el clima.
La ausencia de agua en el ambiente afecta más a la tolerancia térmica de las lagartijas que la falta de comida, según un estudio liderado por el Museo Nacional de Ciencias Naturales de Madrid. Los autores recalcan que los efectos de las sequías en la supervivencia de las especies terrestres frente a la crisis climática se han estudiado cinco veces menos que los del aumento de la temperatura.
Científicos de más de 20 centros de investigación han analizado a escala global los distintos factores que intervienen en la estabilidad de las comunidades vegetales. En ecología, el concepto de estabilidad se refiere a la respuesta frente a los cambios, que hace posible la coexistencia de las especies a lo largo del tiempo.
La renta familiar, junto a la soledad, es un indicador social clave de vulnerabilidad frente a las olas de calor, cada vez más frecuentes e intensas. En Madrid, los barrios de Tetuán, Carabanchel y Puente de Vallecas son los más afectados por la mortalidad asociada a las altas temperaturas. La experta Cristina Linares señala que este tipo de pobreza energética está “poco explorada pero es muy relevante”.