Algunas investigaciones ya señalaban que la nave lanzada en 1977 había abandonado la burbuja de influencia solar, pero la NASA no lo quería confirmar. Ahora un estudio con la intervención de la institución aporta nuevas evidencias. Los expertos estiman que la perseverante viajera se halla a una distancia equivalente a 125 veces la separación entre la Tierra y el Sol.
Se elabora el mejor mapa 3D del bulbo central de la Vía Láctea obtenido hasta el momento gracias a datos del telescopio de ESO.
Recreación artística del bulbo central de la Vía Láctea / ESO
Los datos recogidos por la misión Envisat de la ESA y por el satélite japonés GOSAT desvelan que los niveles de dióxido de carbono aumentaron cerca de un 0,5% anual entre 2003 y 2013, principalmente por las emisiones derivadas del uso de los combustibles fósiles. Los niveles de metano también se han incrementado desde 2007.
Una investigación conducida por científicos del University College de Londres ha determinado las barreras físicas que delimitan el espacio peripersonal según el nivel de ansiedad.
El hielo seco es un indicador del historial térmico de la evolución de las estrellas jóvenes. Investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas y del Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial han identificado una nueva banda espectral del hielo puro y amorfo de dióxido de carbono (CO2), que ha recibido el nombre de Banda X.
Un equipo internacional de investigadores, liderado desde el Centro de Astrobiología y el Instituto de Estructura de la Materia, informan de la presencia de ión amonio o NH4+ en el espacio. La revista The Astrophysical Journal Letters publica la novedad astroquímica.
El astronauta Pedro Duque de la ESA con escolares durante la presentación del libro. / ESA
Una investigación internacional ha estudiado el comportamiento del vacío que existe entre dos nanoesferas de oro. En concreto, cuando la distancia entre ambas bolas es inferior a un nanométro el espacio vacío puede cambiar de color, según el trabajo publicado hoy en la revista Nature.
Un equipo de investigadores de la Universidad Carlos III de Madrid ha desarrollado un dispositivo que funciona como un limpiaparabrisas que elimina el polvo marciano de los sensores de las naves espaciales de la NASA que vuelan al planeta rojo. El sistema se desarrolló para su uso en la misión Curiosity de la NASA, aunque finalmente no se utilizó. La tecnología se aprovechará en otras misiones espaciales en marcha, según los investigadores.