Desde que Darwin demostró que solo los animales capaces de adaptarse genéticamente al entorno podían sobrevivir, muchos estudios han asegurado que los últimos cambios en humanos se produjeron hace unos 40.000 años. Ahora, un nuevo estudio de la Universidad de Harvard afirma que las personas seguimos evolucionando, pero más despacio. Los resultados indican que factores como el nivel educativo o la edad de la primera menstruación determinan el éxito reproductivo de las personas.
Determinados factores de riesgo genético en el desarrollo del alzhéimer se pueden trazar mucho antes de que aparezcan los síntomas, según un nuevo estudio en el que han participado unas 2.500 personas, con edades entre los 18 y los 75 años. La investigación ha sido financiada por el Instituto Nacional de Salud de EE UU.
La secuenciación del genoma de 50 orcas pertenecientes a cinco subpoblaciones, que habitan desde el océano Antártico hasta el Ártico, refleja la evolución de la estructura social de estos mamíferos, así como sus comportamientos de caza. Pero al reconstruir la historia demográfica de estos diferentes grupos, los científicos demuestran también cómo estas poblaciones de orcas divergieron de un modo similar en muchos aspectos (cultura, ecología evolutiva y genética) a cómo lo hicieron los humanos.
Al noroeste de Colombia, una mutación genética provoca de forma precoz y segura el mal de Alzhéimer. Allí llaman a la enfermedad ‘la bobera de los Piedrahita’, por una de las 25 familias afectadas. Ahora, un ensayo clínico examina a los habitantes de la región para probar en ellos tratamientos preventivos. 300 voluntarios de esos pueblos 'malditos' pueden ser la gran esperanza contra la epidemia global del siglo XXI.
El jaguar sobrevive en poblaciones de tamaños muy variables, pero son las comunidades pequeñas y aisladas las que se encuentran más gravemente amenazadas. La Estación Biológica de Doñana ha liderado el estudio genético más extenso sobre esta especie para ayudar a su conservación.
La secuenciación del ADN de la jirafa aporta las primeras pistas sobre los cambios genéticos que dieron lugar al cuello excepcionalmente largo de esta especie, una proeza de la evolución que intriga a los científicos. La investigación también revela el genoma de su pariente más cercano, el okapi.
Al estudiar más de 50.000 variaciones de un gen de medusa, investigadores del Centro de Regulación Genómica en Barcelona han dibujado un retrato detallado de cómo los cambios en ese gen afectan a su función. El estudio, que se ha llevado a cabo en colaboración con científicos en Rusia, los Estados Unidos, Israel y España, se publica en la revista Nature.
Una nueva investigación podría explicar por qué los afectados de un nuevo síndrome a menudo son severamente obesos, tienen dificultades para controlar el apetito y son propensos a los cambios de humor o a la introversión. Este trabajo representa un paso importante en la comprensión de esta vía molecular relacionada con la función del hipotálamo, muy conservada en las especies, lo que enfatiza su importancia biológica.
El gen MC1R, conocido por ser el que produce el pelo rojo y la piel pálida, es el responsable de que haya gente que parece más joven que otra, aun teniendo la misma edad. Las personas con determinadas variantes de este gen –que también se encarga de reparar daños en el ADN– aparentan de promedio dos años más, según un estudio realizado en Holanda.
Científicos de la Universidad de Córdoba han descubierto la estrategia que emplea el hongo Fusarium oxysporum, que produce importantes daños en los cultivos del plátano y del tomate. El patógeno se disfraza con una molécula parecida a la de su hospedador para no ser detectado por el sistema inmune de las plantas que parasita e infecta. De este modo, el parásito aumenta la eficacia de sus ataques y se vuelve más agresivo.