¿Existe el llamado eje intestino-cerebro?. Esta doctora en Biotecnología indaga sobre esta relación y sus posibles efectos en el desarrollo de dolencias neurodegenerativas. Su proyecto ha sido premiado en la última edición del programa de Mujer y Ciencia de L'Oréal-Unesco.
Investigadores del Instituto de Bioingeniería de Cataluña han medido por primera vez las fuerzas celulares en miniintestinos de laboratorio, descifrando cómo se pliega y se mueve su pared interior. El estudio puede ayudar a entender mejor las bases de enfermedades como la celiaquía, la colitis y el cáncer, así como al desarrollo de nuevas terapias para patologías intestinales.
El sueño sigue siendo un misterio. Animales sometidos a insomnio casi total mueren de forma precoz, pero no presentan daños visibles en el cerebro. Una investigación muestra que no dormir hace que se acumulen radicales libres en el intestino y que estos son los responsables de la muerte, al menos en moscas. Sorprendentemente, una dieta rica en antioxidantes les devuelve su esperanza de vida original.
Hasta ahora no estaba claro cómo las carpas, que han colonizado las masas de agua dulce de todo el mundo, llegan a zonas aisladas. Un nuevo estudio sugiere que el transporte a través del intestino aviar de un solo huevo puede desempeñar un papel importante en la dispersión de esta especie invasora, dado su potencial para reproducirse asexualmente.
Seguir una dieta mediterránea durante un año potencia los tipos de bacterias intestinales relacionadas con el freno de la fragilidad y el declive cognitivo en las personas mayores, al tiempo que reduce las asociadas a la inflamación, según indica un estudio realizado en cinco países.
La radioterapia intensiva puede provocar toxicidad en el intestino en un 60 % de los pacientes con tumores localizados en la cavidad gastrointestinal. Investigadores del CNIO han comprobado que niveles elevados de la proteína URI consiguen que ratones con síndrome gastrointestinal causado por dosis elevadas de radiación ionizante regeneren su intestino y sobrevivan en un 100% de los casos.
Investigadores españoles del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares revelan un nuevo mecanismo de regulación que evita que las bacterias intestinales se diseminen por el organismo y causen inflamación. Su estudio publicado en la revista Immunity identifica un receptor en células inmunitarias por el cual algunas familias de bacterias que habitan en el intestino refuerzan la barrera intestinal.
Investigadores de EE UU han comprobado que la microbiota intestinal de los inmigrantes que llegan a ese país se reduce y 'occidentaliza' rápidamente. El estudio, realizado con comunidades asiáticas, ofrece nuevos datos sobre algunos de sus problemas metabólicos, como la obesidad y la diabetes.
La bacteria Clostridium difficile es capaz de colonizar tanto humanos como animales y medio ambiente. Las infecciones que provoca, que pueden causar lesiones en el intestino, suelen estar ligadas a la estancia hospitalaria. Sin embargo, una investigación liderada por la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto la presencia de esta bacteria en los areneros para niños y animales de parques madrileños. Los casos de infección por esta bacteria en niños son raros.
Científicos australianos han probado en seis voluntarios una cápsula electrónica con sensores que, tras ser ingerida, se dirige al intestino para evaluar las concentraciones de oxígeno, hidrógeno y carbono. Sus sensores permiten medir directamente los efectos de llevar una dieta rica o pobre en fibra.