Los seres humanos tenemos tres molares en cada lado de la mandíbula y tres en cada lado del maxilar. Pero un equipo de investigadores ha hallado en Atapuerca (Burgos) los restos de un homínido de poblaciones antiguas que tenía uno de más; “algo muy raro”, según los científicos. En la actualidad, solo entre el 0,1% y el 3,4% de la población posee un cuarto molar.
Fragmento de radio de perro con marcas de corte. / IPHES
En la Cueva del Mirador en Atapuerca (Burgos), los humanos del Neolítico comieron especies poco consumidas en el resto de la Europa continental. Las marcas de corte y las mordeduras humanas en huesos de perro doméstico, gato salvaje, zorro y tejón demuestran que hace entre 7.200 y 3.100 años los Homo sapiens de Atapuerca no consumieron únicamente cabras, ovejas y vacas.
La revista Nature se atreve a predecir los grandes hitos que podremos esperar de la ciencia del nuevo año. Entre ellos, destaca la secuenciación en España del ADN humano más antiguo, hallado en 2013 en el yacimiento de Atapuerca, de 400.000 años de edad. Entre las grandes jóvenes promesas del año está un español: Óscar Fernández-Capetillo, que investiga en el CNIO moléculas contra el cáncer.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana publican en la revista PLOS ONE un trabajo que demuestra mediante la datación por luminiscencia que la industria achelense del Complejo de Galería en la burgalesa sierra de Atapuerca es 200.000 años más joven de lo que se pensaba.
En nuestros cuerpos hay dos tipos de material genético. Uno es el que se encuentra en el núcleo de la célula, compuesto por 3.000 millones de pares de bases (ADN nuclear). El otro está dentro de las mitocondrias, con 16.000 pares de bases (ADN mitocondrial). En el marco del XVII Congreso Mundial de la Unión Científica Internacional de Ciencias Prehistóricas y protohistóricas el experto de Svante Pääbo, del Max Planck (Leipzig, Germany) ha anunciado que han conseguido muestras del ADN nuclear de fósiles encontrados en la Sima de los Huesos de Atapuerca.
Investigadores del Instituto Catalán de Paleoecología Humana Evolución Social (IPHES) y la Universidad Pompeu Fabra han analizado el ADN mitocondrial de fósiles de Homo sapiens de la cueva de El Mirador, en Atapuerca, de hace entre 4.760 y 4.200 años. Los resultados revelan que aquellos individuos tenían afinidades genéticas con los de Oriente Próximo y Alemania.
Un estudio realizado a partir de restos fósiles encontrados en una cueva gibraltareña concluye que los neandertales cazaban palomas de forma habitual como parte de su dieta. Hasta ahora, la explotación sistemática de aves estaba considerada una práctica exclusiva de la conducta humana moderna.
Cráneos de hiena rallada y jaguar europeo. / Jesús Rodríguez / CENIEH
Un trabajo de investigadores españoles revela que la discontinuidad de la presencia de homínidos en los yacimientos de Atapuerca (Burgos) hace 600.000 años pudo deberse a la competencia con carnívoros como el jaguar y la hiena. Los científicos han desarrollado un modelo matemático que estima los recursos cárnicos que podían obtenerse de los herbívoros y simular su distribución entre depredadores y carroñeros.