La investigadora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana, Davinia Moreno, ha utilizado el método de Resonancia Paramagnética Electrónica para datar por primera vez los 11 niveles del yacimiento de Gran Dolina la Sierra de Atapuerca (Burgos), que abarcan un periodo de un millón de años.
El Cráneo 17 hallado en la Sima de los Huesos de Atapuerca (Burgos) presenta dos orificios en el hueso frontal, por encima de la órbita ocular izquierda. Su estudio ha permitido demostrar que estas aberturas se produjeron posiblemente por el impacto de un objeto duro justo antes o después de la muerte del individuo, cuando aún tenía tejido blando, según un estudio que publica la revista PLoS ONE.
En mayo de 1997, un equipo de investigadores descubrió en la sierra de Atapuerca (Burgos) los primeros restos de una nueva especie: Homo antecessor. Este mes se cumplen 18 años del hallazgo que, aún hoy, está sujeto a controversia. Los científicos José Mª Bermúdez de Castro y María Martinón-Torres, entre otros, recogen en un estudio las investigaciones realizadas durante los últimos años sobre esta especie, a la espera de hallar más fósiles en el yacimiento de la Gran Dolina.
Los seres humanos tenemos tres molares en cada lado de la mandíbula y tres en cada lado del maxilar. Pero un equipo de investigadores ha hallado en Atapuerca (Burgos) los restos de un homínido de poblaciones antiguas que tenía uno de más; “algo muy raro”, según los científicos. En la actualidad, solo entre el 0,1% y el 3,4% de la población posee un cuarto molar.
Fragmento de radio de perro con marcas de corte. / IPHES
En la Cueva del Mirador en Atapuerca (Burgos), los humanos del Neolítico comieron especies poco consumidas en el resto de la Europa continental. Las marcas de corte y las mordeduras humanas en huesos de perro doméstico, gato salvaje, zorro y tejón demuestran que hace entre 7.200 y 3.100 años los Homo sapiens de Atapuerca no consumieron únicamente cabras, ovejas y vacas.
La revista Nature se atreve a predecir los grandes hitos que podremos esperar de la ciencia del nuevo año. Entre ellos, destaca la secuenciación en España del ADN humano más antiguo, hallado en 2013 en el yacimiento de Atapuerca, de 400.000 años de edad. Entre las grandes jóvenes promesas del año está un español: Óscar Fernández-Capetillo, que investiga en el CNIO moléculas contra el cáncer.
Científicos del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana publican en la revista PLOS ONE un trabajo que demuestra mediante la datación por luminiscencia que la industria achelense del Complejo de Galería en la burgalesa sierra de Atapuerca es 200.000 años más joven de lo que se pensaba.