Este rastro fósil, descubierto en 1978, constituye un impresionante registro de australopitecos caminando sobre cenizas volcánicas mojadas por la lluvia hace casi tres millones setecientos mil años. El nuevo análisis permite conocer mejor a este género extinto de primate.
Un cráneo notablemente completo de hace 3,8 millones de años revela cómo era el rostro de la especie de australopitecos más antigua conocida: Australopithecus anamensis. Los científicos hallaron el fósil en Woranso-Mille (Etiopía) y, por su morfología, creen que tenía rasgos distintos a la Australopithecus afarensis Lucy, especie con la que habría convivido durante unos 100.000 años.
El omóplato de Selam, la niña Australopithecus afarensiscuyos restos se encontraron en Etiopía hace 12 años, ha servido para concluir que su especie subía y bajaba de los árboles. Los afarensis son primates extintos que se consideran ancestros bípedos del hombre. Saber que también se suspendían de las ramas hace pensar a los científicos que su actividad arbórea los alejó de los humanos.