La dispersión es un elemento clave para conectar las poblaciones y así mantenerlas viables. Paradójicamente, cierta limitación en la dispersión es uno de los procesos principales que mantiene y genera la biodiversidad regional y local. Un estudio liderado por el centro tecnológico español AZTI ha comprobado si las predicciones respecto a la conectividad biológica marina son ciertas o no.
La Universidad de Alicante y el Centro Iberoamericano de la Biodiversidad han descubierto y descrito 57 especies nuevas de insectos en las selvas tropicales de Costa Rica. Tras un trabajo de campo de cerca de cuatro años, con estos hallazgos han incrementado en un 49% el número de especies conocidas del grupo de coleópteros Anomalini en el país centroamericano.
Un estudio internacional con participación española valora la biodiversidad de los bosques en una cantidad entre 166.000 y 490.000 millones de dólares por año, cifra que multiplica por cinco el precio de conservarlos. Los científicos analizaron 777.126 parcelas de muestreo con 30 millones de árboles de 8.737 especies en 44 países de todo el mundo.
Científicos del Instituto de Biología Evolutiva han perseguido a la mariposa Vanessa cardui a través de África para estudiar su migración. Sus resultados demuestran que es capaz de atravesar el desierto del Sáhara y criar en la sabana africana recorriendo miles de kilómetros. Esta ruta es común en muchos pájaros, pero es el primer caso donde se demuestra que una mariposa puede hacer lo mismo.
Vongy, que procede de la palabra malgache voangory (escarabajo), es el nombre del insecto protagonista de un cómic que ayudará a explicar a los escolares de Madagascar el valor de la investigación para preservar la biodiversidad y el medio ambiente en la Gran Isla Roja del Índico.
Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Río 2016 son los primeros de la historia que han contado con un equipo dedicado exclusivamente al cuidado de la fauna que vive cerca de las instalaciones olímpicas, tanto perros y gatos bautizados con nombres de atletas, como animales silvestres. Capibaras, caimanes, boas, monos capuchinos y perezosos han compartido las pistas con los deportistas de élite.
Hace diez años, los científicos pusieron un límite a la pesca en el mundo: el año 2048. Si se sigue con el ritmo actual, el colapso de biodiversidad acabaría a mediados del siglo XXI con esta práctica humana para conseguir alimento. Pero el biólogo Ray Hilborn, profesor de Ciencia Pesquera en la Universidad de Washington (EE UU), asegura que es posible el equilibrio entre la explotación marina y la estabilidad de los stocks a través una gestión efectiva de la pesca.
Un equipo investigador español ha alertado del deterioro que puede ocasionar el turismo en los ecosistemas del Escudo de la Guayana si no se toman medidas de protección urgentes. La presencia de plantas invasoras y aguas contaminadas en la cima del tepuy Roraima –que comparten Venezuela, Guyana y Brasil– son los primeros signos del impacto de la actividad humana en una zona hasta ahora inalterada. Estas mesetas son consideradas auténticos laboratorios naturales para estudiar el origen y la evolución de las biotas y ecosistemas neotropicales.
Un estudio realizado en el Parque Natural del Montseny, en Barcelona, apunta al abandono de las prácticas agrícolas y ganaderas tradicionales de la zona como un factor responsable de la notable pérdida en poblaciones de aves comunes que requieren de hábitats abiertos como los espacios de cultivo. En 12 años se ha producido un descenso poblacional del 44% de este tipo de aves.
Los hogares situados en barrios con un nivel socioeconómico alto tienen más diversidad de artrópodos, pero sufren menos plagas de animales que contagian enfermedades. Los insectos, protagonistas esta semana de #Cienciaalobestia, viven mejor entre el lujo y las comodidades.