Desde que terminó su doctorado en Bioquímica y Farmacología, Juan Carlos Izpisúa (Hellín, 1960), ha recorrido el mundo trabajando en el campo de la biología del desarrollo. Desde su laboratorio, contribuye a la creación de nuevas fronteras en la regeneración de órganos y tejidos y en frenar el envejecimiento.
Las seis categorías de los Premios Rey Jaime I de este año han reconocido los avances y estudios sobre teledetección y cambios planetarios (Jose Antonio Sobrino-Protección del Medio Ambiente), energías renovables y autoconsumo (Carlota Pi Amorós-Emprendedor), realidad económica (José García Montalvo-Economía), soluciones a complejos problemas matemáticos (Xavier Tolsa-Investigación Básica), mecanismos moleculares del envejecimiento (Pura Muñoz Cánoves-Investigación Médica) y robótica aérea (Aníbal Ollero-Nuevas Tecnologías). Además, los jurados han emitido una declaración sobre “la preocupante salud de los océanos”.
Las personas que se sienten solas tienen un mayor riesgo de padecer demencia. Esta es una de las principales conclusiones a las que ha llegado un estudio realizado por investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid tras analizar los datos de más de 20.000 personas.
Dos estudios independientes, liderados por Carlos López-Otín y Juan Carlos Izpisúa-Belmonte, proponen un tratamiento de la progeria que podría ser el primero con efectos permanentes al actuar directamente sobre el gen mutado. En el proyecto, llevado a cabo en ratones, ha participado Sammy Basso, un graduado en Biología que padece esta enfermedad.
Un estudio internacional, liderado por la Universidad de Granada y el Instituto Karolinska de Suecia, ha realizado un seguimiento longitudinal durante 30 años a un millón de adolescentes varones en Suecia. Sus resultados indican que una baja capacidad aeróbica y un alto índice de masa corporal son factores de riesgo independientes de tener una jubilación temprana debida a enfermedad crónica o severa.
La ingesta de alimentos ricos en vitamina E retrasa el envejecimiento de las células y tejidos, así como de los órganos vitales, según un nuevo estudio. En la actualidad, la principal fuente de esta vitamina se obtiene de forma natural con el consumo de aceite de oliva virgen extra, pescado azul, verduras, frutos secos, huevos o cereales integrales. Su consumo previene la aparición de enfermedades crónicas asociadas al envejecimiento.
Las personas que viven en vecindarios con más espacios verdes o más cercanos a entornos naturales experimentan una menor pérdida en la velocidad al caminar. Así concluye un nuevo estudio, publicado en Environment International, que contribuye a la creciente evidencia sobre los beneficios de estos espacios en la salud.
Un estudio en ratones, publicado en la revista Cell, explica que los fibroblastos dermales van perdiendo identidad celular y, con ello, la capacidad para producir y secretar colágenos y otras proteínas. Este hallazgo no solo podría tener aplicaciones cosméticas, si no también aplicaciones terapéuticas destinadas a que la piel de las personas mayores cicatrice mejor tras una herida o una operación.
Una investigación liderada por la Universidad de Jaén desvela que la población mayor de 65 años no realiza suficiente actividad física. Los expertos resaltan la importancia de preservar el rendimiento físico para prevenir las consecuencias negativas del envejecimiento.
Elizabeth Blackburn ganó el Premio Nobel de Medicina en 2009 por su hallazgo de la enzima telomerasa, responsable de la formación de los telómeros. Estas estructuras protegen el material genético durante la división celular y su desgaste se relaciona con enfermedades oncológicas. Sinc ha hablado con ella durante su encuentro con periodistas en España.