Calcio 20, Vick vaporub, Clamoxyl, aspirina infantil, mercromina… El botiquín de los años 80 no se parecía mucho al que tenemos actualmente en nuestras casas. Ese cambio se debe a un avance de los productos farmacéuticos y de la evidencia científica disponible, y no solo a simples modas en el consumo de medicamentos.
Investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) han desarrollado un nuevo método con el que detectan y cuantifican hasta nueve antibióticos presentes en la leche de oveja manchega. La herramienta, que ya puede ser utilizada por el sector industrial, permite controlar el nivel de estos residuos, perjudiciales para la salud humana en dosis elevadas.
Ovejas pastando en Albacete / Rubén Bodewig.
Un grupo de investigadoras de la Universidad Carlos III de Madrid ha coordinado un concurso científico internacional sobre técnicas de extracción de información para detectar con mayor precisión las interacciones farmacológicas descritas en textos biomédicos.
Una encuesta elaborada por la Sociedad Española de Oncología Médica en 80 hospitales del país revela que en la mitad de los centros sanitarios encuestados existen limitaciones para alguna de las indicaciones contra el cáncer.
Un nuevo estudio liderado por un equipo de la Universidad de Barcelona revela que la proteína hCNT1, que participa en el transporte de nucleósidos, puede tener otras funciones biológicas que afectarían a la fisiología de células tumorales además de su función transportadora.
Investigadores españoles han logrado moléculas fotoconmutables para controlar de forma remota y no invasiva la interacción entre proteínas. Estas herramientas servirán de prototipo para desarrollar medicamentos fotoconmutables, cuyo beneficio sería restringir a una región y tiempo determinados el efecto de un compuesto, reduciendo los efectos secundarios en otras regiones.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM) y la Universidad de Alcalá (UAH) han demostrado que los antibióticos vertidos al medio natural originan efectos tóxicos en organismos acuáticos. El estudio revela además que las mezclas entre diferentes antibióticos de distinto origen incrementa el riesgo de toxicidad, aún cuando las concentraciones ambientales de estas sustancias sean bajas.
Científicos de la Universidad de Granada (UGR) han patentado un nuevo transportador de fármacos, basado en nanopartículas mixtas, que permite liberar de manera controlada el principio activo que lleva dentro. Este avance hará posible diseñar tratamientos más eficaces contra el cáncer y también contra enfermedades relacionadas con la inflamación, como la artritis, artrosis, faringitis, laringitis, colitis o conjuntivitis, señala la institución.