Muchos de los genes causantes de patologías hereditarias causadas por la mutación o alteración de un solo gen, como la hemofilia, parecen desempeñar un papel relevante en otras enfermedades de tipo complejo, como la obesidad o el cáncer. El nuevo estudio, que ha permitido comparar diferentes tipos de genes, sugiere además que los que participan en ambas enfermedades tienen un peso mayor en cuanto a su susceptibilidad.
Una nueva investigación analiza el vínculo genético en el alzhéimer. Los resultados podrían suponer un avance en el pronóstico de esta patología a partir del análisis de datos biológicos de pacientes. El siguiente paso sería la aplicación clínica con el objetivo de predecir los síntomas de la enfermedad con mayor antelación.
Científicos de EE UU han demostrado la seguridad y eficacia de una nueva vacuna contra la malaria en un estudio clínico de fase 1 con humanos. La vacuna, denominada GAP3KO, utiliza parásitos de Plasmodium falciparum genéticamente atenuados a los que se eliminan tres genes específicos que se requieren para producir la infección y causar la enfermedad.
Investigadores del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas han descubierto mediante métodos computacionales que el estudio de la evolución de miles de proteínas de bacterias permite descifrar muchas de las interacciones que se producen entre proteínas humanas. Los resultados, publicados en la revista PNAS, permitirán esclarecer detalles moleculares de miles de interacciones potencialmente implicadas en enfermedades como el cáncer.
El genoma del lince ibérico revela que es una de las especies con menor diversidad genética, lo que implica que tiene poco margen para la adaptación. La investigación ha estado coordinada por científicos de la Estación Biológica de Doñana (CSIC). El uso de los nuevos recursos genómicos contribuirá a optimizar una gestión dirigida a preservar la máxima diversidad genética.
Investigadores de la Universidad Autónoma de Madrid han estudiado, mediante técnicas ópticas y electroquímicas, la interacción de dos colorantes con ADN. Los resultados demuestran la posible utilización de dichos colorantes como indicadores químicos de la presencia de mutaciones.
Investigadores del Instituto de Parasitología y Biomedicina López-Neyra, en Granada, han determinado la predisposición genética a desarrollar arteritis de células gigantes, un trastorno que puede provocar ceguera e incluso ictus. El estudio supone un avance en la mejora del diagnóstico y pronóstico de esta enfermedad autoinmune.
El estudio genético de 240 cangrejos de río de la península ibérica revela que su presencia en nuestros ríos se remonta al Pleistoceno Superior, hace entre unos 25.000 y 50.000 años. La investigación, realizada por científicas de la Universidad Complutense de Madrid, muestra que en la península ibérica existen dos grupos genéticos diferenciados, uno en la zona norte y otro en el centro.
El organismo planctónico Oikopleura dioica, un modelo animal utilizado en el estudio de la evolución y el desarrollo embrionario de nuestro filo (cordados), ha perdido la mayoría de los genes relacionados con el metabolismo del ácido retinoico, según un nuevo estudio. A pesar de ello, el organismo que no depende de la vitamina A y del ácido retinoico puede generar un corazón, lo que muestra cómo la pérdida de genes ha permitido una adaptación ventajosa.
En los últimos días los medios se han hecho eco de una carta en la que más de cien premios Nobel pedían a Greenpeace que cese sus campañas contra los organismos modificados genéticamente. El posicionamiento opuesto a los transgénicos liderado por la organización ecologista no está basado en hechos científicos, pero ha concienciado a gran parte de la sociedad bajo la falsa idea de la conciencia medioambiental y de que su consumo es perjudicial para la salud. Todos los alimentos, los modificados y los que no, tienen genes que nos comemos cada día.