Los peces gambusia (Gambusia holbrooki), también conocidos como peces mosquito, son una de las 100 especies más invasoras del mundo. Para entender su expansión por Europa desde España, donde se introdujo en los años 20, un grupo de investigadores españoles ha analizado por primera vez los cambios evolutivos de estos animales a través de sus genes. Según el estudio, la variabilidad genética les ha permitido adaptarse y expandirse por su nuevo entorno.
Un estudio demuestra que los abetares más antiguos son más tolerantes a condiciones de aumento de temperatura y disminución de precipitación. El mantenimiento de la diversidad ayuda a los expertos a contar con individuos adaptados, idóneos en las restauraciones, que eviten el decaimiento de la especie.
Investigadores del Instituto de Hortofruticultura Subtropical y Mediterránea ‘La Mayora’ (Universidad de Málaga-CSIC) han caracterizado más de 2.250 genes que regulan aspectos del desarrollo del árbol como la forma de la copa, la altura o la cantidad de las ramas. Para los expertos, el estudio supone un paso más en la creación de nuevas variedades que se adapten a las necesidades de los sistemas de cultivo actuales.
Una nueva investigación internacional, centrada en el análisis de variantes genéticas de la migraña frecuentes en la población, confirma la contribución de 38 genes que intervienen en esta dolencia. Según la Organización Mundial de la Salud, esta patología tiene un gran impacto en la salud pública y es la sexta causa global de discapacidad en el mundo.
Un estudio internacional liderado por la Universidad de Granada demuestra que dos genes con funciones muy importantes durante el desarrollo embrionario del testículo, denominados Sox8 y Sox9, son los responsables de que se mantenga el testículo en el animal adulto y, si se eliminan, provocan que algunas de sus células cambien de masculinas (testiculares) a femeninas (ováricas).
Aunque es más fácil pensar que solo cuando ganamos genes evolucionamos, ciertos seres vivos, como el organismo marino Oikopleura dioica de tan solo unos milímetros de longitud demuestran que perdiendo muchos genes, algunos esenciales para el desarrollo embrionario, se puede sobrevivir con éxito. Un grupo de la Universidad de Barcelona estudia a este animal para entender qué genes son prescindibles y por qué ciertas mutaciones son irrelevantes y otras son dramáticas para la salud.
Investigadores del Instituto de Ciencias Marinas de Andalucía de Cádiz han analizado, por primera vez, el comportamiento genético de la dorada cuando se somete a situaciones de estrés causadas por las variaciones extremas de salinidad. Según los expertos, el estudio abre la puerta a la selección de líneas de peces que se adapten mejor a estos cambios y mejoren el cultivo de la especie.
El veneno de las anémonas de mar está formado, en gran parte, por unas proteínas llamadas actinoporinas, que atacan a otros organismos creando poros en sus membranas celulares. Una investigación realizada en la Universidad Complutense de Madrid ha descubierto que, en este animal marino, la unión y la diversidad hacen la fuerza, ya que las proteínas y los genes que las originan trabajan de manera conjunta para dosificar el veneno.
Un artículo, publicado en la revista Current Biology, ofrece pistas sobre la evolución de la percepción sensorial de dos hongos, una información que podría ser clave para explicar el proceso mediante el cual dichos organismos cambian sus patrones de crecimiento y actúan como patógenos.
Al noroeste de Colombia, una mutación genética provoca de forma precoz y segura el mal de Alzhéimer. Allí llaman a la enfermedad ‘la bobera de los Piedrahita’, por una de las 25 familias afectadas. Ahora, un ensayo clínico examina a los habitantes de la región para probar en ellos tratamientos preventivos. 300 voluntarios de esos pueblos 'malditos' pueden ser la gran esperanza contra la epidemia global del siglo XXI.