Un equipo de científicos europeos, con participación del Instituto de Ciencia de Materiales de Aragón, ha creado un nanodispositivo capaz de introducirse en el interior de una célula y actuar, a la vez, como calentador y termómetro instantáneo. Se podría usar en algunas terápias contra el cáncer y en estudios sobre el transporte de calor a escala nanometríca.
Grandes ventanales y luz a raudales, un comedor de forma circular, pasillos con mobiliario de estilo modernista, una piscina y zonas ajardinadas. Este entorno configura el Instituto de Ciencias de la Construcción Eduardo Torroja del CSIC, un centro de investigación inusual. Marta Castellote, su directora, explica que la actividad medular del centro es la innovación en la construcción con nuevos materiales: cementos de menor huella de carbono y hormigones que parecen de ciencia ficción. Castellote coordina ahora un proyecto sobre pavimentos que, mediante materiales fotocatalíticos, puedan reducir la contaminación de las ciudades.
Científicos de la Universidad de Santiago de Compostela y de IIBM Research Zúrich (Suiza) han conseguido probar la existencia de los arinos, una familia de moléculas extremadamente reactivas que fueron sugeridas por primera vez hace 113 años. La técnica podría aplicarse en la elaboración de nanocintas de grafeno y dispositivos unimoleculares.
En un mercado cerrado y tradicional como es el de los instrumentos musicales, algunos valientes se están atreviendo a innovar. Entre ellos, dos jóvenes ingenieros españoles que desarrollan cajas de percusión con materiales que combinan fibras químicas –como las utilizadas en la fabricación de chalecos antibalas– y de carbono. Una de estas cajas, de su marca Rasch, fue reconocida el año pasado como la segunda mejor del mundo en el Nashville Drum Show, el festival internacional más importante del sector.
Una revisión realizada por investigadores de los institutos de Física ASCR en la República Checa e ICN2 en España describe los enfoques utilizados hasta ahora para leer y almacenar datos en materiales antiferromagnéticos, una alternativa a los ferromagnéticos donde se graban habitualmente los bits de información. La ventaja de los primeros es que son insensibles a los campos magnéticos externos. En el trabajo se explica como escribir sobre ellos.
Científicos españoles y británicos han desarrollado un novedoso método que integra por primera vez una estructura multicapa en celdas solares de perovskita, un material con propiedades ópticas y electrónicas únicas. El avance otorga color a las celdas y las hace más atractivas cuando se integran en elementos arquitectónicos.
Grandes constructoras españolas han comenzado a usar un software de simulación, desarrollado por dos investigadores de la Universidad Politécnica de Cataluña, que analiza por primera vez el ciclo de vida completo de una edificación, desde su creación al proceso de deconstrucción. La herramienta, que puede utilizarse en la nube, incluye aspectos como el consumo energético, los materiales y las repercusiones sociales. También permite simular escenarios para conocer los efectos del calentamiento global sobre las construcciones.
Un equipo internacional en el que participan físicos de la Universidad Autónoma de Madrid ha descubierto que películas de óxido de silicio de grosor nanométrico pueden emitir grandes cantidades de radiación térmica. El descubrimiento abre la puerta al desarrollo de nuevas aplicaciones en nanociencia y nanotecnología.
Investigadores del los centros gallegos CiQUS y el de arte contemporáneo CGAC han facilitado información valiosa para prevenir el envejecimiento de las esculturas de arte contemporáneo construidas a base de plásticos. Como referencia han utilizado la obra del escultor Francisco Leiro, realizada parcialmente con resina.