Un equipo internacional de científicos ha constatado que el 58 % de las sardinas y el 60 % de las anchoas de la mitad oeste del mar Mediterráneo ingieren fibras de plástico milimétricas. Estas especies de peces son las más comercializadas y consumidas de esta zona.
Al igual que peces y aves marinas, los halcones, busardos, águilas pescadoras y búhos, protagonistas del #Cienciaalobestia, también ingieren microplásticos. Científicos estadounidenses han encontrado 1.200 piezas de este material, sobre todo microfibras, en el sistema digestivo de 63 aves rapaces de nueve especies diferentes halladas muertas en Florida.
Investigadores de la Universidad Rovira i Virgili han analizado la contaminación por plásticos de tamaño microscópico en el agua de mar, los sedimentos marinos y en la arena de las playas del litoral de Tarragona. Según las conclusiones del estudio, más de la mitad de ellos son fibras de ropa procedentes de la lavadora.
Científicos de las universidades de Alcalá y Autónoma de Madrid, en colaboración con la organización WWF, han detectado densidades de microplásticos de hasta 100 gramos por metro cuadrado en una playa del Parque Natural del Archipiélago Chinijo, en Lanzarote. Su procedencia más probable es el giro oceánico del Atlántico Norte.
Muchas personas utilizan lentes de contacto en lugar de gafas para ver bien. Sin embargo, estos dispositivos de corrección visual son desechables y algunos incluso son para un solo día. Un equipo de científicos advierte en un estudio que tirar las lentillas por el desagüe al final de su uso está contribuyendo a la contaminación por microplásticos del agua.
Además de la ya conocida acumulación de basura plástica del Pacifico Norte, los científicos han comprobado la existencia de acumulaciones similares en el centro del Atlántico Norte, el Pacífico Sur, el Atlántico Sur y el Océano Indico. / CSIC
Una investigación liderada por la Universidad de Cádiz concluye que el 88% de la superficie oceánica contiene microplásticos. Es el resultado del muestreo llevado a cabo durante la Expedición Malaspina 2010. La cantidad de residuos plásticos se ha estimado en decena de miles de toneladas.