Una nueva metodología, probada por investigadores de la Universidad de Jaén, ofrece a las empresas de cantería una herramienta para determinar la calidad de la piedra en la propia zona de explotación minera, previa a su compra.
Un equipo internacional de científicos ha hallado en Kenia las herramientas de piedra más antiguas que datan de 3,3 millones de años de antigüedad. Los artefactos indican que los homínidos pudieron fabricar herramientas mucho antes de lo que se pensaba y podrían adelantar así los orígenes del género Homo –que incluye a los humanos modernos–. Sin embargo, los investigadores desconocen aún qué especie pudo realizarlas.
En julio de 1799 se descubre de forma casual la Piedra Rosetta.
Los edificios del centro histórico de Salamanca están construidos con piedra arenisca de Villamayor, pero el deterioro que sufre este material en la parte baja de las fachadas ha hecho que con el paso de los siglos se opte por el granito para los basamentos, en concreto, una roca local conocida popularmente como “piedra pajarrilla”. Sin embargo, a menudo las restauraciones no utilizan este granito original, sino otros similares de peor calidad. Ahora, una investigación se propone identificar el material original y las canteras de las que se extrajo para recurrir a ellas en los procesos de restauración.
Zeresenay Alemseged, líder del proyecto, excavando un fósil de 3,4 millones de años.
Un grupo internacional de científicos ha descubierto en Etiopía las pruebas más antiguas de que los antepasados del hombre ya usaban herramientas de piedra para descuartizar y cortar la carne. El estudio, que se publica ahora en Nature, demuestra que la especie de Lucy (Australopithecus afarensis) usaba estos útiles a modo de cuchillo un millón de años antes de lo que se pensaba.
Los dos huesos fosilizados encontrados en Dikika (Etiopía) con marcas de cortes provocados por herramientas de piedra.
El Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Salamanca (Irnasa) y la Universidad de Salamanca están estudiando los procesos físico-químicos que intervienen en la conservación y el deterioro de los monumentos construidos en piedra en Castilla y León. Además de realizar mediciones in situ, en el Irnasa, centro perteneciente al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), los científicos recrean en el laboratorio las condiciones que tienen que soportar las rocas que se han empleado tradicionalmente en la construcción de los edificios monumentales, de manera que provocan un "envejecimiento acelerado" que sirve para estudiar cómo se degradan. Esta información resulta de utilidad para llevar a cabo trabajos de restauración.
Tras celebrar su reunión anual a lo largo de la pasada semana en Salamanca, la Sociedad Española de Mineralogía se trasladó a Zamora para cerrar el encuentro visitando los monumentos de la ciudad, en los que se puede apreciar el deterioro que sufre la piedra con la que fueron construidos. Los científicos observaron las características de la roca y analizaron los condicionantes que provocan el deterioro.
Muestra del biodeterioro que provocan los líquenes en la piedra.