Hasta ahora se pensaba que los humanos envejecían más lentamente que otros animales. Investigadores norteamericanos y africanos han comparado por primera vez los patrones de envejecimiento de humanos, chimpancés, gorilas y otros primates, y han concluido en un estudio, publicado esta semana en Science, que el ritmo de envejecimiento humano no es “tan exclusivo”.
La revista Science publica esta semana dos comentarios técnicos que ponen en tela de juicio algunas de las conclusiones sobre el fósil homínido Ardipithecus ramidus que el equipo de Tim White anunció en la misma publicación científica en octubre de 2009. Los investigadores cuestionan el hecho de que ‘Ardi’ fuera un homínido y que viviera en bosques densos.
Un equipo de investigadores ha demostrado que las distribuciones de los principales grupos de primates están relacionadas con las características tectónicas de la era del Mesozoico (hace 250 millones de años). Según el nuevo estudio, cada grupo evolucionó localmente a partir de un ancestro “muy difundido” en el supercontinente Pangea hace unos 185 millones de años.
Colugo (Cynocephalus variegatus), lemur de Singapur descendiente del lémur volador.
Jane Goodall, doctora honoris causa por la Universidad de Alicante
Los bonobos, menos pacíficos de lo que se pensaba