Un nuevo software es capaz de reconocer en un vídeo a cada uno de los casi cien peces cebra que nadan en un tanque de agua en cada momento, aunque sus trayectorias se entrecrucen. El equipo de investigadores de Portugal y España ha usado una combinación de redes neuronales y algoritmos. Su aplicación principal es el rastreo de individuos por su aspecto.
El cerebro no solo es capaz de terminar las frases de los demás. Un estudio del centro de investigación vasco BCBL ha demostrado por primera vez que además puede anticiparse a un estímulo auditivo y conocer cuáles son los fonemas y las palabras concretas que su interlocutor va a pronunciar.
Una investigación en la que participa el Instituto de Neurociencias de Alicante ha descubierto que los grupos de neuronas que funcionan como nodos críticos para el funcionamiento de las redes de memoria del hipocampo se localizan, en realidad, en el núcleo accumbens, una estructura del sistema de recompensa del cerebro. El hallazgo puede servir como guía para la cirugía del tumor cerebral mediante la identificación de áreas esenciales que se deben preservar durante la resección.
Ingenieros de la Universidad de Málaga han implantado una nueva tecnología de control de automóviles basada en el comportamiento humano. Los resultados del estudio, en el que se emplean redes artificiales que funcionan de forma similar a las células del sistema nervioso, aumentarían la fiabilidad de los dispositivos actuales y podrían implantarse en los próximos años.
Una tecnología, diseñada por científicos de la Universidad Rey Juan Carlos, es capaz de reconocer actividades y gestos humanos en imágenes grabadas. El desarrollo se podrá aplicar para detectar actidades sospechosas en los sistemas automáticos de videovigilancia y en el reconocimiento de las acciones de una persona en un videojuego.
Investigadores de la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid han utilizado redes neuronales profundas para saber si un manuscrito ha sido escrito por un hombre o una mujer o si los autores son zurdos o diestros. Los resultados abren nuevas posibilidades en campos como la investigación forense y la interacción entre personas y ordenadores.
Esta semana se ha presentado en Barcelona el proyecto europeo BrainCom, que con un presupuesto de 8,35 millones de euros aprovechará las propiedades únicas del grafeno y otros materiales orgánicos para desarrollar una tecnología radicalmente nueva de implantes corticales ultraflexibles. Sus resultados ofrecerán soluciones para rehabilitar pacientes con trastornos en el habla gracias a innovadoras interfaces cerebro-ordenador.
Tres investigadores españoles han descubierto que las personas bilingües utilizan diferentes redes neuronales para leer idiomas que se pronuncian como se escriben –caso del euskera– o en los que no existe esta correspondencia, como el inglés. Los resultados son valiosos para la enseñanza de la lectura en adultos y niños.
Un grupo de la Universidad del País Vasco está llevando a cabo una investigación que utiliza redes neuronales artificiales para estimar el poder calorífico de cada tipo de biomasa utilizando su composición, ya que se trata de un material muy irregular.
Marvin Minsky, pionero de la inteligencia artificial, fue asesor de Stanley Kubrick para la película 2001: Una odisea en el espacio.