Cuando una tortuga marina es capturada accidentalmente por un palangrero, los pescadores intentan cortar el hilo de pescar —sin subir el animal a bordo— para devolver la tortuga al mar. Sin embargo, cerca del 40% de las tortugas liberadas muere meses después por las secuelas de esta pesca accidental, según alerta un estudio publicado en la revista Marine Ecology Progress Series.
El censo de la población de tortugas bobas (Caretta caretta) realizado en la isla de Boavista de Cabo Verde ha permitido demostrar el descenso de la mortalidad de esta especie, en peligro de extinción. Los datos, recopilados desde 2007, se han publicado en Animal Conservation.
Restos fósiles de las tortugas hallados en Alemania.
La Chelonoidis elephantopus, una de las especies de tortugas que inspiraron a Darwin en las islas Galápagos, se creía desaparecida desde hace más de siglo y medio. Sin embargo, un nuevo estudio de la Universidad de Yale muestra que su genoma sigue presente en ejemplares híbridos que tuvieron como antecesor a un ejemplar de esta especie.
En los caparazones pueden observar las marcas de corte detectadas con el miscroscopio y que avalan el consuma humano de la carne de tortuga. Imagen: IPHES.
Las tortugas se orientan por las referencias magnéticas que varían en la superficie de la Tierra.
A pesar de la prohibición del gobierno de Madagascar, unas 16.000 tortugas en peligro de extinción son capturadas cada año por los habitantes de una única región de la isla. Así lo confirman investigadores de la Universidad de Exeter (Reino Unido) y de la organización ecologista británica Blue Ventures que han realizado la primera evaluación directa de la explotación de las tortugas en la isla africana.