El ser humano se ha convertido en la primera amenaza de algunos animales, que son perseguidos, torturados y aniquilados. Aunque muchas de estas masacres ya han sido denunciadas, otras, como la matanza de delfines en un pueblo pesquero japonés, a primera vista amante de estos mamíferos marinos, no se conocían hasta ahora. El thriller documental The Cove recoge las escalofriantes imágenes que muestran al mundo de lo que es capaz el humano: teñir el mar de rojo, de sangre de delfín, el animal que siempre sonríe.
Especie silenciosa y valiente, denominada “rey de los peces” por el escritor inglés Isaac Walton, el salmón atlántico (Salmo salar) tiene un futuro improbable, al menos en el sur de Europa. A las amenazas de sobrepesca (la temporada de pesca comenzó el 1 de mayo) y degradación de hábitat, se une la del cambio climático. El calentamiento de las aguas desorienta a los peces y les obliga indirectamente a migrar hacia otros ríos.
En 1985 tres científicos británicos descubrieron que la capa protectora de ozono de la Tierra estaba disminuyendo de forma dramática en la Antártida, sobre todo en primavera. Sus resultados dieron la vuelta al mundo, los políticos empezaron a tomar medidas y lograron reducir el agujero de ozono. SINC habla con Jonathan Shanklin, uno de esos tres investigadores del Estudio Británico de la Antártida en Cambridge (Reino Unido), que esta semana ha publicado una tribuna en la revista Nature sobre la unión de esfuerzos en cuestiones medioambientales.
Durante siglos los lobos, y en especial el lobo ibérico (Canis lupus signatus), han sido perseguidos por el ser humano. Maltratado, envenenado, cazado, y ahuyentado, este mamífero ha sobrevivido en la Península Ibérica, pero sigue siendo un gran desconocido. Es hora de perseguirle, esta vez, para conocerlo mejor.
España es uno de los países europeos donde mayor número de animales salvajes mueren en el medio natural por el uso ilegal de venenos. Aves y mamíferos silvestres sufren las consecuencias de los cebos de la caza o de la ganadería, pero no son los únicos. Vacas, cabras, ovejas, perros, gatos, y caballos, entre otros, se suman a la lista de animales que sufren, en silencio, la lacra del veneno con accidentes que, en muchos casos, podrían evitarse.
La nueva película de Jacques Perrin y Jacques Cluzaud nos sumerge en un mundo de gran diversidad biológica, grandioso y a la vez desconocido: el océano. Con 50 millones de euros de presupuesto y ocho años de trabajo con científicos como Stéphane Durand, los 108 minutos que dura Océanos envuelven al espectador en una sinfonía natural donde los animales cobran protagonismo y revelan sus secretos mejor guardados. En este himno al océano la biodiversidad tiene la palabra.
El 12 de abril se cumplen tres meses del terremoto de 7 grados en la escala de Richter que sacudió la isla de Haití. Después del devastador seísmo, todavía no se habla de reconstrucción, sino de recuperar la capacidad de actuación del país. Pero la Tierra no ha dejado de temblar en el Caribe, y tampoco en otras zonas del planeta. Chile, Turquía, México, EE UU y esta semana Indonesia han sufrido terremotos de diversa magnitud.
Las características fisiológicas del toro de lidia lo han llevado a la gloria, por considerarse el símbolo de un país, y a la perdición, por morir de forma cruel debido a intereses que van más allá de la cultura y la historia. En el Año Internacional de la Biodiversidad, su condición de mártir compromete el bienestar animal y la bondad humana.
El 25 de marzo finalizó en Doha (Qatar) la XV Conferencia de las Partes de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES), una cita en la que se esperaba la prohibición del comercio internacional del atún rojo. Pero ésta y otras especies marinas han quedado fuera del control del CITES. Para Margarita África Clemente, catedrática en la Universidad de Córdoba y presidenta del Comité de Flora de CITES es necesario seguir luchando de cara al próximo encuentro de Tailandia en 2013.
Tras la firma de la Declaración de Parma empiezan los verdaderos desafíos para los 53 países que la han ratificado. Los estudios científicos publicados en The European Journal of Public Health en 2010 señalan que localizar las desigualdades sociales sería un punto de partida para reducir los impactos medioambientales como la contaminación del aire, que reduce la esperanza de vida. Pero los datos científicos son aún insuficientes.