Los líquidos iónicos son sales orgánicas que permanecen en ese estado a temperaturas menores a los 100º C. Desde finales de la década de 1990, estos líquidos, formados por cationes orgánicos de gran tamaño y por aniones pequeños, generaron gran interés, tanto a nivel científico cómo tecnológico, debido a sus propiedades y potenciales aplicaciones en la industria. El carácter iónico de estas sales hace que tengan una presión de vapor muy baja, lo que a su vez provoca que sean poco volátiles, por esa razón se pretende emplearlas como disolventes en la industria, ya que disminuye la emisión de vapores a la atmósfera y, por lo tanto, se reduce el impacto al medio ambiente.
Investigadores del Departamento de Estructuras e Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Granada trabajan en el diseño de disipadores de energía, es decir, dispositivos que actúan como los fusibles de una instalación eléctrica durante un terremoto, haciendo que las estructuras de los edificios soporten mejor el movimiento.
Recientes experimentos de investigadores del grupo de Nanofísica de la Universidad de Alicante (UA) muestran que los materiales magnéticos por excelencia, reducidos a nanoescala, dejan de comportarse como imanes y cambian drásticamente sus propiedades.La estrecha relación entre magnetismo y resistencia en materiales magnéticos es el principio de funcionamiento de los discos duros actuales, por lo que el descubrimiento es de gran interés práctico.
El último imán de repuesto, y número 53, del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) se ha bajado hoy al túnel del acelerador, marcando el final del proceso de reparación en superficie tras el incidente de septiembre del año pasado, razón por la que se tuvo que parar el LHC.
Investigadores de la Universidad Pablo de Olavide, encabezados por el profesor Pedro Ribera Rodríguez, participan en un estudio cuyo objetivo es caracterizar la tropopausa, capa que separa la troposfera y la estratosfera, y analizar sus variaciones en altura.
Investigadores del Equipo de Fotónica y Nanofotónica del Centro de Microanálisis de Materiales (CMAM) de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), están estudiando el daño que causa la excitación electrónica asociada al paso de las partículas cargadas por la materia.
El clima no es algo estable, sino cambiante. Y conocer los cambios del clima es muy importante, no sólo para los científicos, sino también para muchas actividades e industrias que dependen del clima. El equipo Eolo de la UPV/EHU está desarrollando una base de datos que puede ser de mucha utilidad para esas actividades. La base de datos estará en la red y reunirá los datos climáticos de los últimos 40 años del oeste de Europa.
¿Está el mundo académico y la cultura corporativa actual reprimiendo a los científicos atrevidos e impidiendo que la ciencia rompedora y revolucionaria salte a primer plano? El escritor científico Mark Buchanan recuerda este mes en Physics World a los investigadores que han cambiado paradigmas científicos a lo largo de la historia, y se pregunta qué podemos hacer para asegurar que aquellos que tienen la posibilidad de cambiar nuestra visión del mundo tengan la oportunidad de hacerlo.
Investigadores de la Universidad de Navarra han diseñado un contenedor cilíndrico, fabricado de forma íntegra en la Comunidad foral, para estudiar el movimiento de partículas en el espacio. Conocer el comportamiento de los medios granulares -como la arena o el polvo- en ausencia de gravedad es el objetivo del proyecto VIP_GRAN de la Agencia Espacial Europea (ESA), del que forma parte el Grupo de Medios Granulares de la Universidad de Navarra.