La radiación solar en España ha aumentado un 2,3% cada década desde los años 80, según un estudio elaborado por investigadores de la Universidad de Girona y el Instituto Federal de Tecnología de Zúrich. El incremento se relaciona con la menor presencia de nubes, lo que aumenta la radiación directa que nos llega del Sol.
El jurado del premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2013 ha otorgado este galardón a los físicos Peter Higgs y François Englert, por formular la base teórica de la existencia del bosón de Higgs, junto a la institución donde se materializó su descubrimiento: el Laboratorio Europeo de Física de Partículas (CERN).
Edificio principal de SESAME en Jordania. / SESAME
El catedrático Josep M. Vidal Llenas durante el acto de homenaje. / UB
Un equipo de investigadores de EE UU y la Universidad de Barcelona han analizado cómo se propaga la energía en los sistemas magnéticos. El mecanismo, controlado por leyes cuánticas, presenta similitudes con lo que sucede en un incendico forestal, donde una 'chispa' activa el fuego inicial. Los detalles se publican en la revista Physical Review Letters.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores (CNA) en Sevilla han desarrollado detectores para medir la velocidad de haces de radiación con pocas partículas y sin afectarlas, lo que facilita el análisis de los núcleos exóticos. El sistema permite conocer la interacción nuclear en condiciones extremas.
Foto de familia con los galardonados. / Fundación BBVA
La European Physical Society (EPS) ha otorgado sus premios de Física de Partículas de 2013 a los experimentos ATLAS y CMS del LHC por el descubrimiento del bosón de Higgs. Como físico experimental joven también ha reconocido el trabajo del gallego Diego Martínez en la detección de una rara desintegración de los mesones Bs en el LHCb, otro de los experimentos del gran colisionador.
Investigadores del Centro Nacional de Aceleradores en Sevilla han detectado en esta ciudad trazas de yodo radiactivo procedente de las plantas de reprocesamiento de combustible nuclear de La Hague (Francia) y Sellafield (Reino Unido). Las muestras se tomaron en agua de lluvia entre 2005 y 2008. Las cantidades detectadas no son relevantes desde el punto de vista de protección radiológica.