El calor encogió a los antiguos caballos

Los resultados de un estudio publicado en la revista 'Science' demuestran que el tamaño de los mamíferos está condicionado por la temperatura.

Ilustración de un caballo actual (izquierda) y de un Sifrhippus sandrae del tamaño de un perro pequeño (derecha). Imagen: Daniel Byerley. Museo de Historia Natural de FLorida
El clima ha condicionado el tamaño de los caballos a lo largo de la evolución. Foto: Daniel Byerley/Museo de Historia Natural de Florida

Los resultados de un estudio publicado en la revista Science demuestran que el tamaño de los mamíferos está condicionado por la temperatura.

“Los primeros caballos tenían el tamaño de un perro pequeño”, explica Jonathan Bloch, coautor de una investigación publicada en la revista Science. Este trabajo de un equipo de científicos estadounidenses apunta a que los cambios de tamaño corporal de los mamíferos a lo largo de la historia son consecuencia de fluctuaciones de la temperatura.

El investigador Ross Secord, de la universidad de Nebraska, Lincoln (EE UU), y su equipo han estudiado el registro fósil de dientes de caballo en el estado de Wyoming. Las muestras analizadas pertenecen a un período de tiempo de 175.000 años, que abarca grandes fluctuaciones térmicas e incluye el Máximo Térmico del Paleoceno-Eoceno (PETM, por sus siglas en inglés), que ocurrió hace unos 55 millones de años.

Durante este período la temperatura aumentó de manera progresiva entre 5 y 10 grados Celsius debido a la liberación de grandes cantidades de carbono a los océanos y la atmosfera.

Mediante el análisis del tamaño de los dientes fósiles y de los isótopos que contienen, el estudio concluye que el primer caballo (Sifrhippus sandrae) debía pesar unos 5,6 kilogramos y que su tamaño se redujo un 30% cuando el clima se calentó. Al finalizar esta época más cálida, llegó el frío y el tamaño de los équidos aumentó más de un 75%.

Pero no solo los caballos se adaptaron al aumento de temperatura. Una tercera parte de los mamíferos de este período respondió reduciendo el tamaño de su cuerpo, algunos hasta a la mitad. “Es razonable asumir que la causa, o el mecanismo de acción, fue el mismo” aclara a SINC Ross Secord, autor principal del estudio.

La regla de Bergmann

Las conclusiones del estudio confirman la llamada regla de Bergmann, que relaciona la temperatura del ambiente con el tamaño de los animales homeotermos –aquellos que mantienen su temperatura corporal de manera independientemente de la ambiental– y se cumple en la mayoría de aves y mamíferos.

La regla de Bergmann relaciona la temperatura del ambiente con el tamaño de los animales homeotermos

La regla postula que animales de una misma especie, o de especies muy afines dentro de un mismo género, tendrán mayor tamaño cuanto más frío sea el clima. La explicación más aceptada a este fenómeno es que la pérdida de calor depende de la relación ente la superficie corporal y la masa, por lo que un animal pequeño pierde más calor que uno grande.

El análisis de los isótopos hallados en el registro fósil de los dientes de caballo sugiere que en el momento en el que el tamaño de los équidos mermaba el clima no solo era más cálido, sino también más húmedo y aparentemente más productivo. Este hecho indica que es la temperatura y no la productividad o la disponibilidad de alimentos la que condiciona en mayor medida el tamaño corporal de los animales.

Cambio climático actual

“La aplicación potencial de esta investigación es predecir lo que puede suceder durante los siguientes 100 o 200 años si se cumplen los modelos climáticos que auguran un aumento de temperatura de unos 4 ºC” comenta Secord.

La aplicación potencial de esta investigación es predecir lo que puede suceder durante los siguientes 100 o 200 años

El calentamiento registrado en el periodo PETM sucedió lentamente, la temperatura subió a lo largo de 10.000 y 20.000 años y los mamíferos tuvieron tiempo para ajustar el tamaño de su cuerpo. “El calentamiento actual se espera que sea mucho más rápido, así que la cuestión es: ¿vamos a ver el mismo tipo de respuesta? ¿Van a ser capaces los animales de reajustar su tamaño durante el siguiente par de siglos?” se pregunta Secord.

Pero además, el aumento de temperaturas no es el único reto al que los animales se van a tener que adaptar, añade el científico. Experimentos sobre el efecto invernadero demuestran que un aumento en el dióxido de carbono atmosférico reduce el contenido nutricional de las plantas. Eso pudo contribuir al enanismo de los animales en el pasado y lo puede hacer también en el futuro.

Referencia bibliográfica:

Secord R.; Bloch J.I.; Chester S. G. B.; Boyer D.M.; Wood A.R. Wing S.L.; Kraus M.J.; McInerney F.A.; Krigbaum J. “Evolution of the Earliest Horses Driven by Climate change in the Paleocene-Eocene Thermal Maximum”. Science Vol[335]: 959-962. Febrero 2012 DOI

Fuente: SINC
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