Ha resultado ganadora por su presencia en los medios de comunicación y por el debate suscitado en torno a su uso en múltiples campos. Se ha puesto por delante de otras 11 candidatas, entre ellas, ucraniano, ecocidio, inflación y criptomoneda.
La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE) ha elegido inteligencia artificial como palabra del año. El diccionario académico define esta expresión como “disciplina científica que se ocupa de crear programas informáticos que ejecutan operaciones comparables a las que realiza la mente humana, como el aprendizaje o el razonamiento lógico”.
Se trata de un campo científico relativamente joven porque apenas hace setenta años que empezó a utilizarse la expresión. Su objetivo es que las máquinas sean capaces de replicar los procesos cognitivos y el aprendizaje que hasta ahora se consideraba exclusivo de la mente humana.
La Academia acogió este concepto en el diccionario en su edición de 1992. Su presencia en los medios de comunicación y en los debates éticos que ha sugerido esta disciplina en los últimos 12 meses ha sido la razón por la que la FundéuRAE la ha elegido como palabra del año.
El análisis de datos, la ciberseguridad, las finanzas o la lingüística son algunas de las áreas que se benefician de la inteligencia artificial. Esta tecnología acompaña a la ciudadanía en su vida cotidiana: en forma de asistente virtual (como los que incorporan los smartphones), de aplicaciones que pueden crear ilustraciones a partir de otras previas o de chats que son capaces de mantener una conversación casi al mismo nivel que un ser humano.
Por este motivo, ha estado muy presente por las implicaciones éticas que supone el desarrollo de la inteligencia de las máquinas. Su futuro deberá despejar de las incógnitas y de los temores que todavía suscita esta tecnología, utilizada ya en numerosos servicios que usan millones de personas de una forma no siempre consciente.
Según ha comunicado la FundéuRAE, han seleccionado este término como palabra del año por las dudas que ha generado su escritura. La expresión inteligencia artificial es una denominación común y, por lo tanto, lo adecuado es escribirla enteramente con minúsculas. Es también habitual el empleo de la sigla IA, que sí se escribe con mayúscula, y que es preferible a la inglesa AI (correspondiente a artificial intelligence).
La ganadora de este 2022 ha sido escogida de entre 12 candidatas, varias de ellas relacionadas con la tecnología o las consecuencias derivadas de la guerra en Ucrania: apocalipsis, criptomoneda, diversidad, ecocidio, gasoducto, gigafactoría, gripalizar, inflación, inteligencia artificial, sexdopaje, topar y ucraniano.
Esta es la décima ocasión en la que la Fundación escoge su palabra del año. Las anteriores ganadoras fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), emoji (2019), confinamiento (2020) y vacuna (2021). Inteligencia artificial se convierte así en la primera ganadora tras la pandemia del coronavirus, que marcó la actualidad de los dos años anteriores.