Investigadores catalanes han descubierto que una región variable del genoma protege del desarrollo conjunto de dos patologías: asma y obesidad. Se trata de la primera vez que se proporciona una prueba convincente de la existencia de una variante genética común para estas dos enfermedades.
Un grupo de investigadores de la Universitat de les Illes Balears y de la Universidad de Granada han desarrollado un compuesto bioactivo contra el chagas, una enfermedad olvidada que afecta a diez millones de personas en todo el mundo.
La prevalencia del VIH entre las trabajadoras del sexo en Cataluña se estabiliza mientras que la proporción de infecciones de transmisión sexual autodeclaradas y las prácticas de riesgo aumentan de forma considerable entre este colectivo.
Algunos genes del sistema inmunitario han evolucionado en rumanos y personas de etnia gitana bajo los efectos de la peste negra, mientras que el mismo grupo de genes en personas del noreste de la India, de donde los gitanos provienen, no ha sufrido ningún tipo de cambio.
Investigadores del Centro de Investigación en Salud de Manhiça (CISM) y del CRESIB, centro de investigación de ISGlobal, han llevado a cabo un estudio publicado en Public Health Nutrition sobre la malnutrición infantil en una zona rural de Mozambique con datos recogidos entre 2001 y 2010.
Un grupo de investigadores han encontrado que el riesgo de la coartación de la aorta, un defecto congénito del corazón, aumenta en un 15% entre las poblaciones expuestas a los niveles más bajos y a los más altos de contaminación del aire en Barcelona. Este estudio representa un avance en los resultados publicados anteriormente.
A partir de dos dientes de 1.500 años de antigüedad, un equipo de investigadores ha demostrado que la cepa que produjo la plaga de Justiniano era independiente de la que causó la peste negra unos 800 años después y de brotes posteriores de la enfermedad. Es el genoma de un patógeno más antiguo obtenido hasta la fecha.
La revista científica Nature Medicine publica el logro de investigadores aragoneses que han colaborado en el desarrollo de fármacos basados en la espectinomicina que matan a la bacteria de la tuberculosis, una de las enfermedades infecciosas que afecta a más personas en el mundo.